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SIGUE AUMENTANDO LA TENSIÓN ENTRE EL GOBIERNO Y BUENA PARTE DEL SECTOR MARÍTIMO


Al hablar sobre la lucha contra las mafias, el jefe de Estado nombró a Miguel Doñate y apuntó contra un sector de la actividad marítima y fluvial.


Sr. Doñate, lo que hacen los prácticos en los puertos lo pagamos todos los argentinos con menos empleo, perjudican a muchas personas". La contundente frase fue pronunciada por el presidente de la Nación Mauricio Macri, casi sobre el cierre de su alocución durante el acto por el Día de la Industria que se llevó a cabo en Pilar el jueves pasado.


Los principales actores del quehacer naval interpretaron el llamado de atención como un "redoblar la apuesta" en la cada vez más tensa relación que la gestión de Guillermo Dietrich mantiene con empresarios y algunos gremios del sector.


Las distintas fuentes consultadas dan cuenta de una serie de desencuentros sucesivos que van desde el ingreso de empresas navieras multinacionales en condiciones de "dumping" para competir en el mercado local, pasando por la dilatada intervención del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) hasta la reciente "marcha atrás" que decretó el Presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó a los proyectos de ley de Marina Mercante e Industria Naval. Ambas iniciativas cuentan ya con media sanción del Senado y habían obtenido dictamen favorable de comisión para su tratamiento en Diputados, pero por un detalle técnico el presidente del cuerpo anuló el pronunciamiento de la comisión de Intereses Marítimos de la Cámara baja.


Tal como ha reiterado el Presidente, una de las banderas de la gestión es el aumento de la competitividad. Para lograrlo se apunta a la mejora de la productividad y la reducción de costos logísticos. En ese contexto, el Gobierno viene propiciando la reforma de algunos convenios laborales del personal que tripula los buques mercantes y asimismo la baja de las tarifas de los servicios portuarios privados, no así de las tasas que el Estado cobra a las navieras por los distintos servicios que brinda.


En relación a estos costos y como informó Infobae oportunamente, Dietrich convocó a la Oficina de Defensa de la Competencia para intentar poner un tope a los honorarios que perciben los prácticos (profesionales que guían los buques en su entrada y salida a los puertos). Las autoridades entienden argumentan son los más altos de la región y encarecen las tarifas de los fletes marinos.




El servicio público de practicaje estuvo en manos del Estado por intermedio de la Prefectura Naval hasta que en la década del 90 fue privatizado por Carlos Menem. A partir de allí, los Capitanes de Ultramar habilitados como prácticos se agruparon en distintas cooperativas y salieron a ofrecer sus servicios a las navieras nacionales e internacionales. Al ser profesionales privados, se consideran en libertad de pactar sus honorarios con las navieras que también lo son. "El Estado parece ignorar que mientras no cambien la ley, hoy por hoy somos solidariamente responsables con todo nuestro patrimonio, en el caso que un buque entrando o saliendo de un puerto tuviera un accidente", señala un miembro de la Asociación Argentina de Prácticos. Al mismo tiempo sostienen que una rebaja en sus honorarios beneficiaría la ecuación económica de las navieras extranjeras, pero no redundaría en una baja del precio de los fletes ya que estos están tabulados en base a otros conceptos.


Así las cosas hace pocas semanas los prácticos decretaron "48 horas de reflexión" que implicaron que durante dos días ningún buque pudiera entrar o salir de los puertos nacionales, lo que fue un duro golpe a la tan anhelada "competitividad". Este hecho fue interpretado como una declaración de guerra a la gestión de Cambiemos y más aún la ya casi segura realización de otra "reflexión" por 96 horas ante la ruptura total del diálogo entre el equipo de Dietrich y buena parte la actividad marítima y fluvial.


Si bien Doñate es Capitán de Ultramar, no es práctico. Sin embargo, una de sus muchas empresas presta el servicio de traslado de los prácticos desde tierra hasta los buques que se encuentran en los antepuertos por intermedio de las llamadas "lanchas de practicaje". También tendría intereses en algunos emprendimientos comerciales relacionados con este servicio.


En una sobria pero dura solicitada que fue publicada este martes en el diario La Nación, Doñate se dirige al presidente Macri. Entre otras consideraciones, el empresario dice haber recibido amenazas desde la Subsecretaría de Puertos y destaca la imposibilidad de dialogar con las autoridades a cargo del área.




También señala que el sector con el cual se lo relaciona entregó al Secretario de Políticas Públicas documentación que avalaría la convicción que reina en el sector sobre lo erróneo de las cifras tomadas por Defensa de la Competencia para proceder al cálculo del reajuste tarifario que se le quiere imponer a la actividad del practicaje.


Luego de un párrafo dedicado a exaltar la tarea social que su grupo empresario realiza en comedores comunitarios, Doñate entra de lleno en dos temas sensibles. "Me enfrenté a toda forma de corrupción e injusticia… iniciando acciones en la Justicia contra el Señor Omar Suárez cuando el aún gozaba de la protección de la gestión anterior". Se trata de una obvia alusión a las denuncias que en 2012 y 2014 presentó Doñate contra el sindicalista y que son las que lo llevaron a prisión.


"De modo irrisorio hoy todos parecen adjudicarse ese hecho [la captura de Suárez], que a mí me llevó a tener que cambiar la bandera de toda la flota", dice el texto. De esta manera, Doñate cuestionó la visión del oficialismo sobre la tarea de la hoy candidata a senadora Gladys González cuando fue interventora del SOMU.


El segundo asunto es la referencia a la reciente denuncia penal que el empresario realizó ante la justicia federal contra el actual Director Nacional de Transporte Marítimo y Fluvial Gustavo Deelesnyder (también práctico de profesión) por el presunto delito de lavado de activos y evasión impositiva. En tal sentido, Doñate asegura que él en persona llevó las pruebas ante el Ministro de Transporte y posteriormente ante el fiscal antilavado quien dio curso a las actuaciones que hoy tramitan en los tribunales federales.


Al margen de la controversia generada a partir de las duras frases del Presidente hacia su persona, Doñate asegura no solo haber votado al actual mandatario, sino que también agrega que lo volverá a hacer. Al mismo tiempo, le pide a Macri que "no vuelva a utilizar la investidura presidencial para hacer imputaciones a ningún ciudadano en particular".


En la noche del mismo jueves, el ministro Dietrich participó de la cena anual de camaradería del gremio de los Capitanes de Ultramar, al que pertenecen el propio Doñate y la mayoría de los prácticos. Esta entidad tuvo en el pasado reciente varios emprendimientos comerciales y culturales con el SOMU, pero ahora se ha reconvertido y es uno de los que más fervientemente apoya la revisión de convenios laborales para hacer más eficiente a la actividad. A pesar de ello, el ministro se limitó a un breve saludo protocolar y abandonó el lugar ante la dura mirada de los profesionales marinos.


Fuente Infobae