Sin lugar a dudas, una noticia que jamás hubiéramos querido dar. El imprevisto fallecimiento del Capitán de Ultramar Carlos Carosso, implica no sólo la pérdida de un valioso miembro de nuestra Institución, sino además, un brillante profesional, uno de los marinos mercantes que no dudó en ponerse al servicio de la Patria durante las operaciones en Malvinas y por sobre todas las cosas una excelente persona.
El autor de estas líneas ha tenido la oportunidad de compartir mucha singladuras con él, entre ellas aquéllas inolvidables de 1982 en el atlántico sur. Por lo que la sensación de esta pérdida es doblemente triste.
Su partida nos deja con esa poco deseable sensación de vacío y con ganas de preguntar… por qué. Sólo atinamos a abrazar desde aquí a sus familiares y amigos; pedir a Dios para que los ayude a encontrar el consuelo y la resignación necesarias para continuar el camino de la vida y decirle a nuestro socio y amigo, que fue un honor y un privilegio haberlo conocido.