MÁS BARCAZAS CHATARRA EN EL PARANÁ. UN FLAGELO CON EL QUE NUESTRAS AUTORIDADES DEBEN TERMINAR

Por ser suficientemente explicativa, reproducimos la nota publicada en “La Nación” por el eximio periodista marítimo Emiliano Galli sobre este tema, ya que la situación es realmente preocupante.

No sólo está en juego la actividad de la industria naval local, sino además la seguridad de nuestra principal vía de navegación fluvial.

Se destaca la importante labor de la Prefectura Naval Argentina para de alguna manera controlar al menos la posibilidad de contaminación ambiental, por la presencia de microorganismos nocivos para nuestro ecosistema fluvial en las barcazas importadas desde el Río Misissipi.

"En Estados Unidos, de donde provienen, fueron quitados del registro debido a su estado y antigüedad.

En el Mercosur, más precisamente, en el mercado paraguayo, son importadas por compañías multinacionales para su reutilización para bajar el cereal por el río.

Semanas atrás se descargaron en Zárate 16 barcazas Mississippi (nombre que toman del río que navegan) y un remolcador, usados e importados desde Nueva Orleáns. El tren de barcazas subió luego a Paraguay, donde será operado por una empresa de logística por cuenta y orden de uno de los principales exportadores de cereales, presentes en la Argentina, con otra denominación comercial.

El remolcador, además, portará el pabellón de Paraguay, bandera con la que navega más del 90% de las embarcaciones por la hidrovía Paraná-Paraguay.

Una de las organizaciones que protestó por esta operación fue la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN), que defiende los intereses de los astilleros provinciales que están en condiciones de construir barcazas e incluso remolcadores para el mercado nacional. El reclamo, compartido implícitamente por el resto de los astilleros nacionales, radica en que la importación de bienes usados es ya una práctica sistemática en el sistema hidroviario.

Pero, sobre todo, irrita la falta de controles. Así se lo hizo saber la ABIN en una carta al ministro de Seguridad, Arturo Puricelli, donde le advierte sobre este tránsito por aguas jurisdiccionales y puertos argentinos de embarcaciones de bandera extranjera transportando, asimismo, barcazas y remolcadores usados "en estado de inseguridad", y en tránsito a otros países.

"Estas peligrosas embarcaciones extranjeras, usadas, vetustas y ya excluidas incluso para la navegación en su propio país de origen (chatarra), son traídas desde el mismo, los Estados Unidos, y son desembarcadas en el puerto de Zárate", destaca la misiva, tras agregar que "son acondicionadas en astilleros o talleres navales paraguayos, con su mano de obra".

Para poder circular por aguas nacionales, Prefectura le pidió a la empresa cerealera certificados que aseguraran que estas embarcaciones no trajeran una especie contaminante del ecosistema fluvial en su casco: el mejillón dorado. Esta especie, que bloquea hasta las tuberías de las centrales hidroeléctricas del Mercosur, habría ingresado y colonizado la cuenca en 1990.

La operación de transbordo se realizó y a la fecha los certificados de navegabilidad, seguridad y respecto medioambiental no se habrían presentado.

"Entrar con los cascos limpios debería ser una medida normal, rutinaria y establecida como condición técnica para ingresar en aguas de la región. Ningún país europeo aceptaría la llegada de barcazas incrustadas con especies exóticas a sus ríos", advierte la ABIN"