EL MINISTRO DE DEFENSA FINALMENTE PUDO COMENZAR A OBTENER INFORMACIÓN SOBRE LOS BUQUES CON MÁS DE TREINTA AÑOS DE USO QUE LA ARMADA ADQUIRIÓ A MOSCÚ

Sus pedidos de informe cuando era legislador habían sido sistemáticamente cajoneados; ahora las autoridades navales le brindan informes sobre las “nuevas” unidades.

Mucho le costó al actual ministro de Defensa de la Nación Julio Martínez, poder indagar sobre la tan cuestionada compra por parte de nuestro país de buques denominados en la jerga comercial “chatarra” dada su antigüedad y exigentes condiciones de uso a las que fueron sometidos durante años al servicio de plataformas petroleras de la Ex Unión Soviética.



Los barcos en cuestión son cuatro vetustos remolcadores, ahora denominados “avisos” de los cuales dos, hacía varios años que estaban fuera de servicio, lo que habla muy bien de la capacidad técnica de los hombres que la Armada envió a buscarlos ya que no fue fácil ponerlos en servicio.

El informe técnico que la Marina elaboró sobre los mismos tiene más de 860 páginas, pero tiene algunas particularidades como que aclara que NO HAY NINGUNA AUTORIDAD RUSA CON CAPACIDAD DE CERTIFICAR QUE LAS NAVES SE ENCUNTRAN LIBRES DE ASBESTOS, siendo que luego se elaboran una serie de elucubraciones que tienen en cuenta la fecha de construcción de las naves y la prohibición que ya había en esa fecha para aislar compartimentos con ese material ALTAMENTE CANCERÍGENO.



Al parecer no se hicieron tareas de desmonte de paneles para constatar la existencia o no de asbesto, pero por el bien de la salud de la población en general y la tripulación en particular, es de desear que la presunción del oficial naval que firma el informe sea correcta.

Allegados al Ministro de Defensa, han indicado a Marina Digital que la impresión general sobre las naves no es buena, pero que ante el hecho consumado ahora habrá que poner manos a la obra para tratar de hacerlos operar de la mejor manera posible.

Por otra parte fuentes cercanas a la marina, indican que altos oficiales del escalafón intendencia habían cancelado su licencia para poder trabajar en una readecuación presupuestaria tal que permita cubrir a la fuerza un fuerte saldo negativo que se produce en virtud de la imputación al presupuesto naval no sólo del importe de la compra de estas vetustas naves, sino además los fuertes gastos en viáticos y avituallamiento de las naves para su travesía. Se incluye una pintada ligera para que las naves lleguen a puerto ya pintadas de gris y con sus nuevos nombres, pero que no sólo costó carísima sino que además su pésima calidad hace necesario que a la brevedad deban ser vueltos a pintar.

Asimismo todos los manuales, cartelería, señalética y demás elementos primordiales para la seguridad, se encuentran aún escritos en ruso, lo que deberá ser cambiado antes que las naves puedan operar.

Un dato no menor deslizado por un ex jefe de máquinas de una de las naves, y curiosamente ex oficial de la Armada Argentina, es que los motores principales de las naves que fueron reportados como de marca SULZER; en realidad serían SULCZER , con una “C” demás lo que indica que se estaría en presencia de una marca alternativa, de casi nula presencia en el mercado de motores marinos.

Marina Digital recibió información acerca de la realización en los próximos días de un peritaje naval independiente que sería ordenado por el propio Ministerio de Defensa para saber realmente en qué estado se encuentran las naves. Recordemos que al no haberse producido aún el recambio de las cúpulas de las FFAA, los oficiales que brindan informe, detentan sus cargos por disposición del anterior comandante en jefe de las mismas y no por el actual presidente Mauricio Macri.