2012 parece ser un año destinado a tener a la actividad marítima y fluvial como protagonista de crónicas periodísticas ya sea por tragedias navales como por buenas noticias.
A poco de iniciado el año, el mundo se conmovió con la evitable tragedia del crucero Costa Concordia; como se recordará la negligencia de su comandante y su posterior cobarde huída de la escena del siniestro, tuvo un costo de 26 vidas, millonarias pérdidas y la puesta en crisis casi terminal a la industria del crucero a nivel mundial.
Semanas después, otro crucero de la misma empresa, sufrió un incendio en su sala de máquinas por deficiente mantenimiento, dejando el buque a la deriva durante varios días, con sus pasajeros y tripulantes con escasos alimentos y sometidos a un riesgo extremo.
En la región, un crucero fue noticia al comprobarse que una tripulante había fallecido a causa de una enfermedad infectocontagiosa, a lo que se suma la tragedia en el río Paraná y las lógicas reacciones gremiales en virtud de la controversia con el Reino Unido por la soberanía de nuestras Malvinas.
En los últimos días, maniobras militares en las Islas y la disputa con Uruguay en virtud de las supuestas irregularidades en la labor del concesionario del dragado del canal Martín García, colaboran en la conformación de un año particularmente mediático para la actividad.
También es cierto que nuestra industria naval, puso a flote a la unidad más grande construida en al menos tres décadas, que un hombre del medio marítimo por fin está a cargo de la máxima responsabilidad en la conducción del sector y que muchos centros profesionales y gremios del sector están trabajando con toda su energía para la recuperación de la marina mercante nacional
Ahora bien, estos eventos; nacionales e internacionales tienen un denominador común; que es el de llamar la atención a la sociedad civil sobre las cosas del mar y los ríos.
Está demostrado que la gente en general, no suele ver más allá de la orilla del mar y que cuesta mucho lograr despertar interés por cuestiones marinas a pesar que la superficie sumergida de la patria es casi tan grande como la que se encuentra a flote.
Durante buena parte de 2011 y 2012 la Fundación Azul del SOMU realizó por radio y TV una exitosa campaña publicitaria sobre intereses marítimos que hizo que la población tomara conocimiento de cuestiones elementales básicas relacionadas con la problemática marina.
Cada uno de los hechos anteriormente reseñados, ha servido para demostrar que así como la sociedad no tiene idea de lo que pasa a un par de millas de distancia de las costas, los encargados de difundir noticias tampoco tienen mucha idea al respecto, lo que se traduce que muchas veces un entrevistado que se va a referir a cuestiones marítimas tenga que colaborar hasta con el armado de las preguntas que se le harán porque el entrevistador no sabe – literalmente- por dónde empezar.
Esta cruda realidad, debe necesariamente hacernos tomar conciencia de la importancia que tiene para cada uno de nosotros, el poder hacer “docencia” en cada oportunidad que tengamos; asumiendo que lamentablemente somos noticia cuando algo malo ocurre.
La tragedia del Concordia, ha sido un elemento (si bien por nadie deseado) para que se conozca parte de la vida del personal embarcado, la responsabilidad del capitán y en la actualidad las tareas de reflotamiento de la nave.
La “crisis de los misiles” como ha denominado algún portal informativo a los ejercicios militares en Malvinas, fue el disparador para conocer la existencia y funciones del Servicio de Hidrografía Naval y en qué consiste un “Notice to Mariners” o “Aviso a los Navegantes”
Por estos días, varios miembros de esta LNA hemos sido consultados sobre el significado de términos tales como “canal de acceso” draga, Hidrovía, Martín García, “calado al 0”, etc. Si bien la controversia con el país hermano no es deseada por nadie, la existencia de la misma, ha transformado al Río en tema de interés periodístico y como dice algún periodista de espectáculos “Si no está en TV no existe”.
Al margen de la necesaria formulación de votos, para que nuestra controversia con el país hermano llegue a feliz término, no dejemos pasar por alto cada ocasión posible para explicarle al mundo (o al menos a un amigo) la importancia que las cosas del mar y los ríos tienen para el país.
Liga Naval Argentina.
