LA CRISIS EN LA MARINA MERCANTE, ES UNA CATÁSTROFE O UNA OPORTUNIDAD PARA RENACER?

Desde las indefiniciones a nivel legislativo y político; hasta la profunda incertidumbre sobre el futuro de la formación del personal superior, pasando por un probable cambio de manos en la admnistración del sistema

En plena elaboración de un nuevo ciclo de Conferencias pertenecientes al Ciclo Storni; comienza a plantearse en el grupo de trabajo la idea de abordar sólo aquellos temas que sean en el presente objeto de preocupación por la profunda crisis por la que atraviesan. Uno a uno comenzaron a encolumnarse los siguientes: La Formación y titulación en estado calamitoso; la persistente ausencia de normas que den marco a la actividad; entre ellas, las leyes de marina mercante, industria naval y puertos entre otras. No menos importante y en relación con la titulación, la existencia de al menos dos proyectos de régimen de formación y capacitación (REFOCAPEMM) ambos propiciados por organismos estatales pero con una concepción filosófica completamente distinta; a tal punto de discrepar en algo tan importante como quien finalmente será la autoridad nacional que administre el sistema (lo que incluye obviamente la expedición de títulos, y el funcionamiento de los institutos de formación).

La lista no se agotaba allí; la falta de buques de bandera; la extraña transferencia del transporte marítimo y fluvial a un sector del ministerio de economía que reconoce su poco conocimiento en la materia. Nadie explicó porqué ni para qué. Es tan larga la nómina de temas no resueltos o mal resueltos, que más que una jornada, se podría hacer una carrera universitaria en la que cada problema sea una asignatura a aprobar.

Quedaron "nominados" entonces los más urgentes abarcando la Formación, la falencia legislativa y la problemática de la hidrovía. Para una jornada extra se atenderá también la situación pesquera y la de la industria naval actual (al margen de la ley por tratarse) .

Desde "Marina Digital" lanzamos los primeros trazos de lo que sería esta convocatoria con la intención de aprovechar el alto nivel de lectura que tiene nuestro portal y comenzar a recibir ideas y sugerencias para pulir el temario.

Y vaya si las recibimos; desde casi todos los sectores de la comunidad marítima a la que intentamos representar, llegaron comentarios y sugerencias de todo tipo y color. Algunos incluso un tanto descabellados... "cómo van a hablar de crisis en la formación; cómo van a sugerir que hay más de una autoridad en la materia"...

Caramba... No contamos con buques escuela de ultramar para que nuestros cadetes cumplan las prácticas que LA LEY EXIGE, (esa ley que todos dicen representar), tampoco con buques fluviales; y ni tan sólo con botes a remo para mínimas prácticas de supervivencia. El único velero escuela que fruto de una donación privada servía para una elemental práctica marinera, es esfumó para siempre y pasará a integrar alguna dotación de embarcaciones del coqueto deporte náutico. No hay simuladores bajo la orbita de las instituciones que tienen a su cargo la formación de marinos y son los privados quienes a su costa cubren esta falencia estatal. Sin ir más lejos, en el momento de publicar esta nota, el centro profesional más antiguo de la actividad inaugurará un simulador de última generación, con una inversión que supera los 20.000.000 de pesos. Se podría haber comprado un hotel para sus asociados. PERO DEBEN LOS PROFESIONALES PONERSE AL HOMBRO LA FORMACIÓN Y CAPACITACION, porque nadie parece hacerlo. No hace falta que le explique que cinco ministerios intervienen de una u otra forma en la titulación de un marino ... mucho no? Vaya si eso no es una crisis, la crisis dónde está?.

Dijimos antes que parece extraño que dos organismos del estado disputen su carácter de "administradores del sistema de formación"; pero no es necesariamente malo que exista esta "competencia". Hoy esta situación general que se puedan contrastar matices y ya como era esperable comienzan a aparecer las voces que señalan ventajas y desventajas de cada propuesta. Pero... PRESTE ATENCIÓN A ESTO; también muchos opinan que tal vez llegó el momento que los PROFESIONALES DEL MAR, sean titulados, auditados y controlados por sus propios pares, al igual que los médicos, los abogados o los ingenieros. EL INSTITUTO DE TECNOLOGÍA MARÍTIMA, una idea que tomó forma hace ya bastante tiempo, arribó al despacho de algún legislador de la comisión intereses marítimos de la cámara de diputados. Algunos se atreven a ver en esto, un " 9 de julio de la marina mercante".

Las otras crisis…también muestran curiosidades: el oficialismo presenta dos proyectos de ley antagónicos, uno redactado en la soledad de algún despacho legislativo o empresario... y otro que se ha perfilado en base al trabajo de un legislador que anotador en mano, recorre cada ámbito del quehacer naval; que habla con todos y todas sin hacer distingos de jerarquía, pertenencia ideológica o si se viste de uniforme o de paisano. Este legislador se va ganando el respeto y cariño de los principales actores marítimos; es la primera vez para muchos de estos actores que ven a un legislador totalmente imbuido del día a día de la actividad. En los próximos días y dentro de los actos organizados por una importante entidad marítima, este legislador recibirá un reconocimiento que pocos han recibido y lo hará en presencia de autoridades del Ministerio de Trabajo, la Prefectura Naval , la Armada, los gremios del sector, empresarios y buena parte del común de la gente de mar. Pero volviendo al punto, ni el propio oficialismo parece tener una opinión unánime al respecto.

Esta columna, podría extenderse tanto como gustemos, la CRISIS, es transversal, horizontal y oblicua, todo parece estar o mal o... muy mal; ni que hablar si nos comparamos con nuestros vecinos de la región.

Por eso, dejando librado al criterio del lector agrandar la lista de las distintas CRISIS, me permito preguntarme y preguntarle si no será en el fondo el momento propicio, para barajar y dar de nuevo en todas y cada una de las áreas que tenemos necesariamente que mejorar; podemos seguir invirtiendo tiempo, dinero y energías en llorar sobre la leche derramada o podemos tomar el toro por las astas y aprovechar el caos para mejorar.

33 años de democracia, encuentran a marinos civiles, discutiendo en términos amigables con las "autoridades militares" los planes de estudio de su profesión; pero también son regulados por la secretaría de transportes (aunque ahora esta misma secretaría dice que ya no...) y también por la autoridad policial que ejerce el rol de autoridad marítima (rol que por otra parte necesariamente debe ejercer) me consta por haberlo intentado reiteradamente que el Ministerio de Defensa tiene urgencias propias de su área de acción que colocan a la problemática mercante en una alejada posición de importancia. Y tal vez sea lógico que así suceda.

Tal vez lo mismo podríamos decir a partir de ahora de la importancia que por ejemplo el dragado de los ríos o la dirección de transporte marítimo pueda tener en una secretaría de "Mejora de la competencia" más considerando como ya sabemos, que el país tiene un área específica para tales temas.

Así las cosas, una mirada optimista a semejante colección de malas noticias, podría indicar que tal vez llegó la hora de CRECER DESDE LA CRISIS, apostando a la unidad del sector, deponiendo las frustrantes competencias estériles; dando a cada autoridad de la Nación el rol que les corresponde; separando la Defensa , la Seguridad y la Marina Mercante o haciendo lo que finalmente resulte mejor, para superar años y años de estar luchando por una mísera supervivencia en el día a día pero sin planes serios para un desarrollo posible, creíble y realizable.

Esta en todos y cada uno de nosotros, aprovechar la crisis; aprender lo que nos falta, renunciar a los que no nos corresponde y encolumnarnos en el proyecto de marina mercante que sea mejor para todos y fundamentalmente para el País. Dios quiera que así sea.


Fernando Morales


El autor es Oficial Superior de la Marina Mercante, Lic. en Adm. Naviera y Perito Naval