El 12 de septiembre de 1961, el presidente de
la Argentina, Arturo Frondizi, firmó el decreto
7992, que dio impulso a un ambicioso plan de
renovación de buques mercantes (37 unidades
en 10 años). En conmemoración de esta
decisión política, un año más tarde
(12/9/1962), y respondiendo a la iniciativa de
la Federación de la Industria Nav al Argentina,
el Poder Ejecutivo nacional declaró al 12 de
Septiembre como Día de la Industria
Naval.
NUEVE MINADORES RASTREADORES
Desde 1934, se dio impulso a un plan
estratégico de construcciones nav ales a
desarrollarse en la Argentina utilizando los
astilleros existentes en el país. De acuerdo a
los términos de la Ley 11.378 (5/4/1934), se
dispuso la construcción de nueve minadores
rastreadores encargados a talle res y astilleros
nacionales. (1)
Los Talleres Generales del Arsenal de Río
Santiago, situados en Ensenada (provincia de
Buenos Aires), y dependientes del entonces
Ministerio de Marina, se ocuparon de la
construcción de cinco de los nueve
autorizados, mientras que el resto fue
encargado a astilleros priv ados de la localidad
de Tigre y San Fernando. Asimismo, en años
subsiguientes, se ocuparon los talleres de
Puerto Belgrano.
La magnitud de ese plan de construcciones
condujo a la reorganización, ampliación y
extensión de la estructura de talleres y
fábricas preexistente, destacándose la
creación de l Astillero R ío Santiago, de
FANAZUL, AFNE y ELMA (ver apartado);
organismos dependientes del Ministerio de
Marina.
Para entonces, el impulso a la industria nav al
no sólo perseguía el objetivo de incrementar
el número de buques de la flota mercante y
naval, sino también, propiciar el desarrollo de
otras industrias, de la que aque lla e ra
dependiente.
HACIA 1960…
Entre 1958 y 1960, se intentó dar un nuevo
impulso al desarrollo de la marina mercante.
Así aparecieron varias disposiciones que
regularon el régimen de crédito nav al
(Decretos 3115/58 y 4904/60); el régimen de
importación de barcos mercantes (Decreto
10032/60); y el régimen de subsidios para la
construcción naviera que, al beneficiar a
astilleros argentinos, promovía a la industria
nacional navie ra y de encadenado hacia atrás
(Decreto 10033/60).
Para entonces, todo aquello ateniente al
desarrollo de la marina me rcante se
encontraba bajo la órbita exclusiva de la
Secretaría de Marina (ex Ministerio de Marina
desde 1958).
Debido a la política de desarrollo seguida
durante la década de 1950, hacia fines de
1960, la marina mercante argentina, en
unidades mayores a los 1000 TPB había
aumentado a 218 buques, con 1.148.482 TPB y
mejorado la edad promedio a 18,2 años:
“Dentro de ese total, la industria nav al
argentina, con la presencia exclusiva de
ASTARSA, había contribuido con 6 barcos que
representaban 9586 TPB."(2)
En concreto, los Astilleros Argentinos Río
de La Plata S.A. (ASTARSA)(3) habían
contribuido con un magro 0,9% de la totalidad
de buques de la marina mercante. En
comparación, para misma fecha, en diciembre
de 1960, la política de promoción y subsidios
a la industria nav al nacional contaba con
buenos resultados, al haberse confiado a
astilleros argentinos la construcción de un
total de 24 unidades, destacándose las
empresas AFNE, ASTARSA y Anglo Argentino.
PLAN ESTEVERENA
Un paso importante dentro de esta política de
promoción de la industria naval argentina, fue
la creación de ELMA (ver apartado). Su primer
presidente, Horacio Esteverena, era
reconocido por el plan de renov ación de la
Flota Argentina de Navegación Fluvial (FANF),
que había sido llevado a cabo en buena
medida por astilleros argentinos.
En 1961, ELMA poseía 58 unidades con
512.800 TPB y una edad promedio de 16,9
años. Para mismo año, la actividad de la flota
petrolera estatal estaba dedicada al mercado
interno, mientras que una mínima parte de lo
transportado correspondía al comercio
exterior.
Esteverena planteó su plan de renovación para
la flota mercante nacional, el que quedó
plasmado y puesto en marcha por Decreto
7992 del 12 de septiembre de 1961.
Se autorizó a ELMA a radiar y vende r aquellos
buques obsoletos y/o de explotación
antieconómica, a utilizar lo recaudado de la
venta para nuevas construcciones, y a efectuar
las contrataciones necesarias por licitación
pública para las adquisiciones. El superáv it
financiero obtenido con la incorporación de
nuevas unidades sería afectado de forma
íntegra a nuevas construcciones. La Secretaría
de Hacienda haría los controles pertinentes y
daría los av ales necesarios para respaldar a
ELMA.
Asimismo, el Plan Esteverena constaba de dos
etapas. La primera sería desarrollada entre
1961 y 1964, mientras que la segunda se
concretaría entre 1965 y 1970.
En la primera etapa (19611964) se preveía la
construcción de 20 buques con 150.000 TPB.
De ellos, tres cargueros de ultramar de 8.500
TPB serían encargados a los astilleros
argentinos.
AFNE [1953 A ]
El 15 de junio de 1953 se iniciaron las actividades de los
Astilleros y Fábricas Navales del Estado conocidos como
AFNE; empresa estatal bajo dependencia del Ministerio de
Marina. Estuvo integrada por el Astillero Río Santiago
(ARS) y la Fábrica Naval de Explosivos Azul
(FANAZUL).
La instalación del astillero respondió al plan estratégico de
construcciones navales de 1934, siendo creado en agosto de
1935 con una primera asignación de fondos a tal efecto.
Tuvo como precursor y base a los Talleres Generales de Río
Santiago, en cuyo seno comenzaron a construirse cinco
minadores rastreadores que se incorporaron a la Armada
Argentina en 1939.
En cuanto a FANAZUL, la fábrica fue proyectada también en
1935 por la Dirección General del Material Naval. No
obstante, fue creada años más tarde, durante la Segunda
Guerra Mundial, debido a los problemas para la obtención de
ciertas pólvoras y explosivos de uso naval (24/5/1944).
ELMA [1960 A 1990]
La Empresa Líneas Marítimas Argentinas, conocida como
ELMA fue creada por Ley 15.761 del 30 de septiembre de
1960. Nucleó a otras dos empresas estatales: Flota
Mercante del Estado y Flota Argentina de
Navegación de Ultramar (FANU).
La Flota Mercante de l Estado surgió en 1941 y fue puesta bajo dependencia del Ministerio de Marina. Desde entonces, se dedicó a la explotación de alrededor de 26 buques mercantes surtos en el Puerto de Buenos Aires.
FANU surgió en 1949 debido a la nacionalización que el
gobierno del presidente Juan D. Perón efectuó sobre la
Compañía Argentina de Navegación Dodero S.A. Esta última
contaba con origen y antecedentes en el capital privado
desde el siglo XIX.
ELMA encabezó el Plan Esteverena, de renovación de la flota mercante del Estado, propuesto en 1961.
Para la segunda etapa, se preveía que la
totalidad de las construcciones nav ales fuera
encargada a astilleros argentinos.
Como resultado de la política seguida desde
1958, a fines de 1961, y respecto de buques
de más de 1000 TPB, la marina mercante
argentina había cerrado contratos para la
construcción de 21 buques con 130.457 TPB,
con una tasa de renov ación del 10,5%. De
esos 21 buques, sólo 7 fueron encargados a
astilleros argentinos (nuevamente AFNE,
ASTARSA y Anglo Argentino). No obstante,
otros astilleros seguían dedicados a
reparaciones mientras que el crédito nav al
solicitado por algunos más fue utilizado para
acondicionar sus instalaciones y adquirir
Fue disuelta por la Ley 23696 del año 1990.
Para la segunda etapa, se preveía que la
totalidad de las construcciones nav ales fuera
encargada a astilleros argentinos.
Como resultado de la política seguida desde
1958, a fines de 1961, y respecto de buques
de más de 1000 TPB, la marina mercante
argentina había cerrado contratos para la
construcción de 21 buques con 130.457 TPB,
con una tasa de renov ación del 10,5%. De
esos 21 buques, sólo 7 fueron encargados a
astilleros argentinos (nuevamente AFNE,
ASTARSA y Anglo Argentino). No obstante,
otros astilleros seguían dedicados a
reparaciones mientras que el crédito nav al
solicitado por algunos más fue utilizado para
acondicionar sus instalaciones y adquirir
maquinarias que posibilitaran la construcción
naviera.
Durante 1962, la marina mercante argentina
alcanzó el mayor tonelaje de su historia,
contando con 231 buques que representaron
1.255.843 TPB. La industria naval argentina
aportó 10 buques, 9 entregados por ASTARSA
y uno por AFNE, y, por primera vez, entregó 3
unidades mayores.
Sin embargo, esos resultados correspondían a
contrataciones previas. A diez meses de su
aprobación, y pese a la respuesta positiv a del
sector industrial, el Plan Esteverena fue
dejado de lado por el poder político. De ahí
que las nuevas contrataciones fueron menores
a años anteriores rondando las 14 unidades, 5
encargadas a astilleros argentinos. Asimismo,
quedó seriamente comprometido el proyecto
más ambicioso encarado de entre las empresas
privadas: la ampliación de las ins talaciones de
ASTARSA. Finalmente, la Secretaría de Marina
hubo de dejar sin efecto un proyecto para la
construcción de un astillero de aguas
profundas con participación de capital
extranjero.
Pese a esta contramarcha, los objetivos y
fundamentos que condensó el Plan Esteverena
impulsaron otros proyectos elaborados por
ELMA en años posteriores, como aquel de
1969 cuyas contrataciones en astilleros
argentinos, a un año de ser aprobado, habían
superado lo concretado durante los diez años
previos.
DIA DE LA INDUSTRIA NAVAL
El Decreto 7992 de l 12 de septiembre de 1961
promov ió una industria nav al nacional que
llevara a cabo la totalidad de las
construcciones nav ales tanto para la marina
mercante como la de guerra. La idea,
fuertemente apoyada por el sector industrial
argentino y la entonces Secretaría de Marina,
fue sostenida durante las décadas posteriores.
A un año de la aprobación del decreto
7992/61, la Federación de la Indus tria Nav al
Argentina, solicitó la declaración del 12 de
septiembre como Día de la Industria Naval,
petición que fue oída por el Poder Ejecutivo
nacional.
Lic. Fabiola Serralunga
Estudios Históricos Navales – ARA
Buenos Aires, 15 de agosto de 2013
NOTAS
(1)Para la redacción de esta reseña se ha seguido la exhaustiva investigación
de Aurelio GONZALEZ CLIMENT, Historia de la Industria Naval Argentina,
Buenos Aires, AFNE, 1973; y otros artículos del mismo autor.
(2)Cfr. Aurelio GONZALEZ CLIMENT, Historia de la Industria Naval Argentina,
Buenos Aires, AFNE, 1973, p. 286.
(3)ASTARSA fue una empresa de capitales privados fundada en 1942 sobre la base de la Sociedad Colectiva Hansen y Puccini. Sus instalaciones estuvieron ubicadas en la localidad de Tigre, en las márgenes del Río Luján. Se dedicó a la reparación, construcción y/o fabricación de buques, locomotoras y tractores, entre otros productos utilizados en la actividad metalmecánica.
Fuente: http://www.ara.mil.ar/