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EL SUBSECRETARIO DE PUERTOS Y VÍAS NAVEGABLES ANUNCIÓ LA INMINENTE FIRMA DEL RETIMAR


En ocasión de dar la bienvenida a los representantes del sector portuario latinoamericano en las instalaciones del Yacht Club Argentino, el Piloto de Ultramar Jorge Metz anunció la inminente firma por parte del Presidente de la Nación del decreto que pone en vigencia el RETIMAR.


Detrás de esta sigla se encuentra nada más ni nada menos que el nuevo reglamento de formación y titulación del Personal Superior y Subalterno de la Marina Mercante.


Metz se mostró entusiasmado al decir que el expediente se encuentra en este momento en la Jefatura de Gabinete y que sólo resta el tramo final para su firma.


Marina Digital, presente en el evento que propició el anuncio, dialogó con altos funcionarios del sector presentes y entre los principales conceptos resumimos los siguientes:


El proceso de transferencia de la responsabilidad en la formación será gradual.


Nadie puede negar que el expertise que ha adquirido la Armada en tantos años no puede ser desperdiciado.


Se creará una comisión de transferencia para la subsecretaria de titulación, en el corto plazo las escuelas podrán seguir funcionando en la órbita de la Armada, pero sus directores tendrán una doble dependencia funcional.


Confiamos en que las autoridades navales que se encuentran en el área de formación y titulación se mostrarán cooperativas con los oficiales de la Marina Mercante que serán designados para supervisar sus tareas mientras dure el proceso de transferencia total.


¿Cómo será la representación del país ante la OMI?

Lo más probable será que para 2017 ya podamos tener a un Oficial Superior de la Marina Mercante de Ultramar ocupando el cargo de asesor del Embajador quien es el representante argentino ante el organismo. En ese aspecto, compartirá responsabilidad con el Oficial que mantiene allí la Prefectura Naval.


¿La Prefectura Naval seguirá manteniendo tareas relacionadas con la MM?

Resulta más que obvio que sí, la PNA es la autoridad marítima por excelencia y la responsable final por todo el funcionamiento del sistema navegatorio, tanto en la habilitación de buques como de tripulantes. Lo mismo para el caso de la Armada: prevemos un trabajo en equipo algo parecido a lo que sucede en la ANAC, entidad en la que muchos de sus funcionarios provienen de las filas de la Fuerza Aérea.


¿Qué se pretende con este cambio de manos?

En primer lugar ponernos a tono con el mundo, es casi imposible sostener frente a la comunidad marítima internacional, que la marina mercante se encuentre parcialmente bajo control militar, hoy eso ya resulta anacrónico. Pero por otra parte, resulta evidente que no se puede cargar a la Armada una tarea que debe ser desarrollada en forma adecuada por un organismo específico. A pesar de la voluntad de sus hombres, hoy para cualquier tripulante tramitar un título o una reválida es casi un suplicio.


¿Cuándo estará culminado el proceso de transferencia?

Si todo sale bien, antes que finalice el actual periodo de gobierno todo el sistema y el personal interviniente en los distintos procesos, tiene que estar bajo el control operativo del Ministerio de Transportes.


Por último, ¿Cómo reaccionaron los centros profesionales?

 Si bien hubo algunos resquemores iniciales al principio, se han pulido todas las asperezas y en este momento hay plena conciencia que la transferencia es para que todo el mecanismo funcione mejor para todos.