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DÍA INTERNACIONAL DE LA GENTE DE MAR… SIN NADA PARA CELEBRAR


Esta fecha ha sido instituida por la Organización Marítima Internacional (OMI) para recordar en un único día a nivel mundial la particular tarea de ser Marino Mercante.


Desde que se instituyó, cada año el Secretario General de la OMI emite un mensaje “Urbi et Orbi” recalcando la importancia que para la OMI tienen aquellos que hicieron del mar su profesión.


En su mensaje correspondiente al año 2017 el actual Secretario General dice “queremos demostrar que la gente de mar nos importa…”.


Seguramente ello debe ser así y es totalmente cierto que la OMI discute desde hace 60 años sobre toda la problemática relacionada con “una navegación cada vez más segura con mares más limpios”.


A nivel local esta fecha no ha calado en el sentimiento de las autoridades ni de la comunidad marítima en general.


Tanto la Marina Mercante, la Armada y la Prefectura Naval, tienen días específicos de celebración, además cada centro o gremio del sector tiene también un día dedicado a la especialidad. Lo mismo ocurre con la Industria Naval y otras actividades conexas.


Pero para no quedar fuera del mapa internacional, se ha ido creando por intermedio de la LIGA NAVAL ARGENTINA, una por ahora joven tradición relacionada con este día.


Incluso aprovechando la existencia de al menos dos monumentos dedicados a la gente de mar, el año pasado fue precisamente esta alegoría la que se constituyó en punto de reunión para una sobria ceremonia de recordación.


Pero cómo sería posible, celebrar, festejar o tan sólo levantar una copa, cuando aún siete marinos argentinos se encuentran desaparecidos y cada vez con menos posibilidades de ser hallados.


Y no decimos  que falten esfuerzos por parte de las autoridades encargadas de su búsqueda, pero el mar no es muy afecto a rendirse ante buques artillados o mercantes. El mar devora todo lo que hay que en su superficie cuando queda inerme ante su majestuosa fuerza. Sean buques, objetos inanimados o cuerpos a la deriva.


Una muerte o una desaparición, es mucho más que eso. Detrás de cada ser que no regresa a su hogar, se desgarra la vida de padres, hermanos, esposas e hijos. Sólo hay algo peor a la noticia certera sobre la muerte de un ser querido. La desaparición de un ser humano que no deja rastros impide a sus sobrevivientes la simple posibilidad de despedir sus restos y tener algún lugar al que acudir para rendir homenaje.


La gente de mar tiene una profunda desventaja con respecto al resto de los mortales comunes, su trabajo, esfuerzo, sacrificio o hasta incluso los buenos momentos que vive el marino en su faena diaria son ajenos a las preocupaciones de la sociedad que se mueve en tierra firme.


Son pocas las veces que un hecho acaecido en alta mar es noticia. Incluso tragedias como la recientemente ocurrida al buque pesquero “Repunte” son apenas un “flash” en la vorágine informativa de los medios de comunicación. Sabemos que en estos tiempos de híper conectividad, lo que no está en los medios no existe y si no existe a nadie preocupa.


Es por ello que tal vez resulte oportuno honrar la memoria de estos compatriotas, colegas y camaradas de profesión, más que con una reunión social, con una recatada y profunda reflexión en cada uno de nuestros hogares.


Una firme y honesta meditación sobre lo que cada uno  de nosotros desde su puesto de trabajo puede hacer para que tragedias como las del “Repunte” no vuelvan a ocurrir.


Los marinos tenemos la particularidad de trabajar en un medio  que muchas veces se nos vuelve hostil, a veces al punto extremo de cobrarse nuestras vidas como precio a la “osadía de haberlo invadido”. Pero no es menos cierto que hoy tenemos a nuestro alcance un sinfín de herramientas para cumplir con aquello que la propia OMI sentenció  “una navegación cada vez más segura…”.


Por ello la propuesta de la LIGA NAVAL ARGENTINA para este próximo 25 de junio, no es ni un discurso, ni un brindis, ni una solemne ceremonia, ni nada distinto a simplemente instar a cada uno de nosotros a un pequeño instante de reflexión sobre lo ocurrido y por sobre todo a intentar encontrar aquello que podemos hacer desde nuestro lugar para que nunca más tengamos marinos que zarparon y no volvieron.


Un fuerte abrazo a toda la gente del mar y los ríos en este especial 25 de junio.