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INTERESANTE CAPÍTULO EN LA HISTORIA DE LA MARINA MERCANTE ARGENTINA


Antes de emprender su mítico viaje por Latinoamérica, de protagonizar la revolución en Cuba y sembrarla en el resto del continente, Ernesto Guevara, con 22 años, fue enfermero en barcos petroleros de la Marina Mercante Nacional.


A finales de 1950 el joven Ernesto Guevara, obtuvo la habilitación para trabajar como enfermero en buques de la marina mercante argentina, a la que se embarcó en febrero de 1951, cuando tenía 22 años. Con seis meses de navegación la Prefectura otorgaba la libreta de embarco.

Como enfermero, Ernesto embarco, en los cargueros “Anna G”, “Florentino Ameghino”, “San Jose”, “General San Martín” y, el “Presidente Perón”.


La intención de Guevara, era embarcarse en la flota mercante para juntar dinero y experiencia, estudiar las materias que le faltaban en su carrera de Medicina y olvidarse o repensar en el amor que sentía por la cordobesa María del Carmen Ferreyra, alias “Chichina”.



La matrícula como enfermero la consiguió el 22 de diciembre de 1950, y en enero de 1951, se presentó en la empresa estatal Flota Argentina de Navegación de Ultramar (FANU), que posteriormente se llamó Empresas Líneas Marítimas Argentinas (ELMA).

Por aquellos años del gobierno peronista, la flota mercante argentina estaba en su mayor apogeo. Sus barcos surcaban los mares del mundo transportando carnes, cueros, cereales o trayendo productos del exterior.


La Marina Mercante de Ultramar era uno de los máximos logros del régimen de Perón que la había organizado entre 1947 y 1951, haciéndola crecer considerablemente, tanto en número como en calidad.


El tráfico costero se había organizado con una serie de LST adquiridos en el war surplus de los Estados Unidos y eso había colocado a la Argentina en segundo lugar en materia de flotas comerciales del continente americano.


Era además, la época de esplendor de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y el crecimiento constante de la actividad petrolera, por lo que la posibilidad de viajar era permanente.



Ernesto no tardo mucho en conseguir su primer relevo en el buque carguero “Anna G”, embarcándose el 9 de febrero de 1951.


El “Anna G.”, había sido botado en 1942, en los astilleros Livingston Shipbuilding de Estados Unidos. La nave tenía una eslora de 101,25, su manga era de 15,25, su calado de 15’ 10’’ y su puntal de 7,68. La tripulación era de 37 hombres; el buque había sido dado de baja por la U.S Navy en 1946 y adquirido al año siguiente por Francisco Reich de Argentina, más tarde rebautizado “Don Francisco”.


El buque hizo una primera escala en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, para descender nuevamente por el Paraná, atravesar el Río de la Plata y trepar las costas de Sudamérica, tocando los principales puertos de Brasil hasta alcanzar el Caribe. La nave se detuvo en Trinidad y Tobago, la Guayana Británica, Curazao y Venezuela.



En las oportunidades que tuvo de bajar en algún puerto de la costa del Brasil, el joven Ernesto pudo comprobar la belleza de su paisaje, al mismo tiempo quedo sorprendido por la belleza de la mujer brasileira. Desde Puerto Alegre le escribe a su tía: “Querida Beatriz: Desde esta tierra de bellas y ardientes mujeres te mando un compasivo abrazo hacia Buenos Aires que cada vez me parece más aburrido…” De Trinidad Tobago le envía otra postal: “Después de sortear mil dificultades, luchando contra los tifones, los incendios, las sirenas con sus cantos melodiosos (aquí son sirenas color café) llevo como maravilloso recuerdo de esta isla maravillosa 1500000 (un millón quinientos mil) v.i de Penicilina y el corazón saturado de “bellezas”. Para tu pobre alma burguesa te envió un abraso.”


Mientras aprovechaba el tiempo libre para leer libros de medicina y novelas, el enfermero Guevara no tenía mucho trabajo, solo atendió alguno que otro mareo, dolor de cabeza o caída, sin embargo, en altamar tuvo que realizar una apendicetomía, algo que practicó con un cuchillo de cocina “porque el único bisturí de abordo había sido utilizado en una pelea a cuchillo y confiscado luego como prueba judicial”.


La nueva oportunidad no se hizo esperar. Pocos días después, el 31 de marzo de 1951, partió nuevamente desde el puerto de La Plata (Ensenada) a bordo del “Florentino Ameghino”, embarcación botada en 1925 en los astilleros Fairfield Shipbuilding & Engineering Company de Govan, Escocia, para la Comisión Explotadora de Petróleo de Comodoro Rivadavia. Apenas un año antes, el buque había sido transferido a YPF y constituía un transporte ideal con su eslora de 134,64, su manga de 17,29; su puntal de 10,21 y su calado de 26’ 01”.


El buque, tenía la particularidad de que, además de los 59 tripulantes que componían su dotación, podía llevar 44 pasajeros, 18 en primera y el resto en tercera. Estaba provisto de 16 tanques de combustible. El del “Florentino Ameghino”fue el mismo trayecto de ida y vuelta que el del “Anna G.” y las vicisitudes del viaje muy similares.


Tras pasar algunos días en Buenos Aires, Ernesto logró un nuevo relevo, esta vez en el buque tanque argentino “General San Martín”. Embarco el 9 de mayo de 1951, en el puerto de San Lorenzo, Santa Fe.


El barco, de 172,44 metros de eslora y 21,64 de manga, contaba con 61 tripulantes que tenían su cargo el acarreo de petróleo crudo desde Venezuela y Trinidad y Tobago hasta los puertos de la Argentina.



El barco estaba bajo el mando del Capitán Mario Aguiar. En las fojas 36 del libro de rol, aparece, en el renglón correspondiente al tripulante n° 51, que bajo el rol de “Enfermero”, indica en el cuadro correspondiente al nombre: Ernesto Guevara. En el mismo se señala como “argentino de 22 años”, domiciliado en “Araoz 2180 Capital Federal”. El buque cubría el derrotero entre Buenos Aires, San Lorenzo (Santa Fe), Trinidad y Venezuela (Puerto de Caripito). Llevaban petróleo. En el mismo libro, aparece casi en todos los viajes, el enfermero efectivo de la nave: Ismael Zabaleta, domiciliado en Villa Domínico (Partido de Avellaneda).


El enfermero relevante, aparece bajo el número de prontuario de Prefectura Nacional Marítima (Hoy Prefectura Naval Argentina) PP51-521. El 12 de mayo, tres días después de su embarco en el Petrolero “General San Martín”, el buque entra (a las 14,35hs) en el puerto petrolero santafesino de San Lorenzo. Zarpa de allí al día posterior, luego de descargar, con rumbo a Trinidad, arribando al puerto petrolero de Pointe-a-Pierre. Esta ciudad caribeña se encuentra en el Golfo de Paria y es un importante puerto para la exportación e importación de productos derivados del petróleo. El 13 de junio a las 13,25hs, vuelve a entrar en Buenos Aires procedente de Trinidad y con carga completa. El buque, realizaba un “Triángulo” entre Buenos Aires, San Lorenzo (Santa Fé) y el puerto petrolero de Point-a-Pierre, en la Isla de Trinidad. También era normal, cargar hidrocarburo en el puerto fluvial venezolano de Caripito, en el Estado Monagas.


Lo que el “Che” pudo conocer durante aquellas travesías fueron inhóspitos parajes caribeños, puertos petroleros y refinerías en las que los barcos se detenían poco tiempo.


Desde la cubierta, el inquieto joven pudo observar con particular interés los lugares agrestes y deshabitados en los que “…se instalaba un oleoducto que se internaba varios cientos de metros en el mar (o río), sitio donde existía una boya o pequeño muelle de amarre. Allí (normalmente pudiendo bajar a tierra, solo por medio de botes) permanecían los buques petroleros, unidos a la destilería o tanque por medio de una gigantesca manguera a través de la cual se bombea el hidrocarburo en caliente […] El puerto de Caripito en Venezuela, es un puerto de gran singularidad se ingresa por el delta del Río Orinoco, y, subiendo el serpenteante curso fluvial, se debe navegar introduciéndose en lo más profundo de la selva amazónica”.


El cuarto viaje lo hizo a bordo del “San José”, petrolero de 164,22 de eslora, 20,2 de manga, 12,12 de puntal y 30’ 30” de calado.


Botado en 1942 para la compañía Arizona Argentina S.A. Marítima e Industrial, propiedad del armador griego Aristóteles Sócrates Onassis, fue llamado “Buenos Aires”. El barco estuvo inmovilizado durante la guerra en el puerto de Gotemburgo. Hasta que en 1944, al ser incorporado a la flota de YPF, se lo rebautizó “San José”. A bordo de esa embarcación, el futuro líder repitió los itinerarios anteriores.



El ultimo buque tanque en el que viaja Ernesto es el “Presidente Perón”, que con el golpe de Estado de 1955, le cambian el nombre por el de “General Las Heras”. Este barco estaba recién incorporado a la flota. El mismo tenia de Eslora: 172,50 y de manga 21,65 y, estaba integrado por 46 tripulantes.


Durante su breve paso por la Marina Mercante, Ernesto rendió libre cinco materias de la carrera de Medicina. (Finalmente se recibiria el 11 de abril de 1953 en la Universidad de Buenos Aires).


Pocos días después de desembarcar del “Presidente Perón”, el 29 de diciembre de 1951, el joven Ernesto Guevara se aleja de la flota mercante y emprende desde Córdoba, junto a Alberto Granado, el viaje en la ya mítica motocicleta Poderosa II, de 500 cc de cilindrada. A partir de allí comienza un nuevo capítulo, recorriendo el continente, que años después y para siempre lo transformaría en el “Che”.


Fuente: Loise Pérez Leira (escritor y documentalista español)