Al pisar la planchada y divisar a la plana mayor impecablemente formada, ya se percibía que ingresábamos a una nueva generación de buques, los apenas 6 oficiales y la magra tripulación de 48 hombres y seis mujeres que integran la dotación de la Fragata de la Real Marina Holandesa "HOLLAND", la más moderna de la flota militar de ese país, daban cuenta de la presencia de una nueva concepción de buque militar.

Luego de los saludos protocolares y las rendiciones de honores respectivos, el Comandante del buque que tiene a su cargo el control del tráfico de drogas y contrabando en el mar Caribe circundaste a las Islas del Reino nos condujo de inmediato al puente de navegación para iniciar las maniobras.

Descubrimos un nuevo concepto de diseño, donde puente de mando, sala de operaciones y cuarto de control de máquinas se encuentran en una misma cubierta y comunicados entre sí, lo que permite al comandante ejercer un amplio control de la operación del buque.

Dos potentes motores MAN, propulsan la nave en operaciones de baja velocidad, y otros tantos motores eléctricos impulsan las dos hélices de paso variable que proyectan la nave a 34 nudos en operaciones de alta exigencia.

La rampa lanzabotes, permite desplegar dos botes rápidos de 55 nudos que se utilizan para transportar las dotaciones de presa y los inspectores del Coast Guard Holandés, un cuerpo integrado a la marina real.

Describir la tecnología expuesta durante las jornadas de navegación sería apasionante, pero haría esta nota muy extensa. A modo de síntesis digamos que la nave cuenta con un sistema de comunicaciones tan avanzado que en caso de presentarse una avería en máquinas, el Chieff Engenier (único oficial de máquinas a bordo) consulta los manuales por internet ya que los mismos no se encuentran en la nave. En cuestión de minutos, el proveedor del mecanismo averiado es puesto en video conferencia con el responsable del departamento máquinas para solucionar el problema.

Pasear por la compacta pero completa sala de máquinas del Holland vistiendo uniforme tropical y terminar la recorrida sin mancharse es el sueño imposible de cualquier maquinista naval.

Cuando pensábamos que no teníamos nada que decir ni que aportar ante semejante despliegue de tecnología, el interés de la oficialidad anfitriona se volcó a conocer detalles sobre la Fragata Libertad y su detención en Ghana; la guerra de Malvinas y curiosamente el proyecto del corredor bioceánico que Brasil y Perú están llevando cada vez más a una concreta realidad.

Obviamente, el balance de esta experiencia nos permitió constatar la cruda realidad de nuestra flota naval y el contraste con el alto grado de importancia que las autoridades políticas holandesas le otorgan a su instrumento militar naval.

Aún nos restan dos días de navegación para terminar de conocer en detalle una tecnología definitivamente superior. UN DETALLE: Los buques militares holandeses cumplen con todas las exigencias de la OMI y de su sociedad de clasificación al igual que los buques mercantes. Algo sin lugar a dudas para imitar.