Hoy se cumplen doscientos años de aquel 15 de octubre de 1815, cuando Guillermo Brown zarpara del Puerto de Buenos Aires a bordo de su Fragata Hércules, e iniciara su magnífica campaña corsaria por el Pacífico.
Fue juzgado por haber hecho la campaña al Pacífico, por su desobediencia al zarpar cuando no debió hacerlo y pese a una carta de Rivadavia donde le decía que nada debía temer, sabía que le esperaba la prisión; pero pudo más el honor de enfrentar sus responsabilidades y se presentó ante el tribunal.
Estuvo 10 meses preso en una prisión militar.
Guillermo Brown dejó frases inolvidables. Frases henchidas de honor, de patriotismo, de valentía, de piedad y de reconocimiento al valor de sus adversarios.
Pero en esa oportunidad, el Almirante nos dejó una frase que pinta de cuerpo entero a muchos argentinos. Brown con su gran inteligencia y perspicacia, nos caló hasta el día de hoy. Pudo darse cuenta cómo actuaban muchos políticos inescrupulosos, muchos comerciantes ambiciosos y fiscales comprados.
Cuando el fiscal de la causa, Sargento Mayor Matías de Aldao, sentencia: "embargo y venta de los bienes que se le encuentren", Guillermo Brown, acercándose a su defensor le dice: This is a great country, but, what a pity, there are many blackguards!
“Este es un gran país, pero, qué lástima, hay demasiados canallas!
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