Con el apoyo económico de diversas entidades gremiales y profesionales (Maquinistas, Radios y Comisarios Navales, Conductores y Patrones Fluviales, Sindicato de Petroleros) y los apoyos de la Armada el Ejército y la Prefectura Naval, se estrenó en la Tarde del jueves 5 de Diciembre el film documental "Paralelo 52" que intenta relatar la epopeya de los buques y marinos mercantes durante la gesta de Malvinas.
Un film básicamente documental con algunas pequeñas teatralizaciones, va hilvanando el relato a partir del testimonio de tripulantes de distintas unidades navales y mercantes afectadas a las tareas de apoyo logístico, espionaje y control de tráfico marítimo.
Los días previos a la presentación, el film fue protagonista de un hecho que empaña en parte la loable labor de quienes lo idearon y produjeron, se tomó conocimiento del recorte de algunos testimonios por razones que hasta ahora ninguno de los involucrados en la obra pudo precisar.
Menuda sorpresa depararía luego la comprobación que por ejemplo, es testimonio de todos los tripulantes del buque RÍO CINCEL, el primero en llegar a Puerto Argentino y el único en cumplir exitosamente tareas de rescate de hombres y medios de la Armada Argentina en extremo peligro y con riesgo de vida, tanto para los auxiliados como para los auxiliadores, es un hecho no menor que degrada notablemente el valor documental de la producción a la que nos estamos refiriendo.
Si bien el buque regresó luego de su importante misión militar a sus tareas comerciales habituales sin mayores contratiempos, el hecho de haber sido el primero en ser enviado al territorio recuperado y el único en ser rescatador de personal militar en operaciones, torna difícil de aceptar la desafortunada decisión (sea de quien sea la misma) de haber omitido valiosos testimonios históricos de su Capitán y su por entonces Jefe de Máquinas.
Más imperdonable aún resulta el hecho de haber omitido que en la mencionada nave navegaban las DOS PRIMERAS MUJERES VETERANAS DE MALVINAS EN TODA LA NACIÓN. OLGA CÁCERES Y MARCIA MARCHESOTTI, ambas cadetes de la ESNN y que se negaron a abandonar el buque antes de la zarpada. En el caso de la Cadete Marchesotti, su padre Almirante de la Armada Argentina, intentó en vano pedirle, rogarle y hasta ordenarle que desembarcara, pero fue más grande su amor por la Patria que la obediencia paterna.
Ninguna historia es buena si no es completa.
Vaya pues nuestro desagravio a la tripulación del buque RÍO CINCEL, a su Capitán JUAN CARLOS TRIVELIN, a su jefe de máquinas HÉCTOR PAGANI y a todos los hombres y a esas dos valientes Damas de la Mar que merecen sin lugar a dudas algo más que un inexplicable olvido.