La imagen es de por sí ilustrativa, se trata del título profesional formato OMI de un Oficial de la Marina Mercante Nacional de la especialidad máquinas.

Desde hace rato, el personal embarcado viene manifestando su preocupación por la superposición de autoridades estatales que interactúan en la emisión y habilitación de títulos profesionales. En el mundo todas estas cuestiones están a cargo de las autoridades marítimas, pero en nuestro país se superpone una autoridad miltiar y otra política, al margen de la natural que es la Prefectura Naval Argentina.

Para muestra de lo que el desconocimiento de la profesión puede ocasionar, el título cuyo pie se adjunta, tiene una extraña limitación. Su titular se encuentra inhabilitado para operar buques propulsados por turbinas a vapor, a gas o por CALDERAS PROPULSORAS... la ignorancia técnica de los firmantes, evidencia que en toda la cadena administrativa que desemboca en el otorgamiento de títulos, nadie se detuvo a pensar que no existen buques propulsados por calderas. Tal vez con limitarse a colocar los vocablos Turbinas a vapor o gas hubiera sido suficiente; pero un afán legislativo autoadjudicado por funcionarios de bajo rango, está a punto de hacer colapsar lo poco que queda de la marina mercante nacional, ya que este absurdo agregado,(por no decir malintencionado) pone tal grado de confusión que se puede llegar a interpretar que los profesionales así limitados, no pueden embarcar en buques que por alguna razón tengan sistemas de vapor o tan sólo calderas para el calentamiento de agua.

Se está sometiendo al personal embarcado a un innecesario tormento, fruto de carecer en los estamentos del estado de profesionales del mar idóneos para entender en las cuestiones relativas a la formación y titulación del personal superior de la marina mercante de ultramar. Marina Digital formula votos para que rápidamente este tipo de atrocidades administrativas sean erradicadas y que se permita a los navegantes ejercer su profesión en paz.