GUILLERMO BROWN: La Revolución con Coraje ,decencia y humildad

 Por  la Delegada de la Liga Naval Argentina dra. Silvia María Inés Soler

En estos días en que festejamos el Bicentenario de nuestra patria, no podemos prescindir del recuerdo, del admirable marino, Almirante Guillermo Brown quien al producirse la Revolución de Mayo se adhirió al movimiento.  Correspondería recordarlo en el contexto de las Guerras de Independencia, sin embargo la semilla de la epopeya browniana nació en los días que estamos evocando.

Brown  simboliza toda la historia naval argentina. Dijo Bartolomé Mitre: “No teníamos astilleros ni maderas ni marineros ni nuestro carácter nos arrastraba a las aventuras del mar, ni nadie se imaginaba que sin esos elementos pudiéramos competir algún día sobre las aguas con potencias marítimas que enarbolaban en bosques de martes centenares de gallardetes. Este prodigio lo realizó el almirante Brown en los momentos de mayor conflicto en las dos guerras nacionales que ha sostenido la Argentina”.
Recién casado Guillermo Brown se había radicado en Montevideo para dedicarse al comercio, probablemente pensando en descansar de las penurias de la vida y los combates en el mar.

Con ese mismo motivo viajó a Buenos Aires justamente en el momento en que se hallaba conmocionada por los dolores de parto, que darían a luz a la Nación  Argentina, entre abril y mayo de 1810.

Tan fuertemente impactó en el marino, de origen irlandés, la Revolución de Mayo, que comenzaría a intervenir de manera cada vez más ejemplar y decisiva hasta el punto de arriesgar la vida por nuestras tierras convirtiéndose en un militante de la causa de mayo.

Su extraordinario coraje y su pericia como guerrero del mar, puesto a prueba innumerablemente, lo convirtieron en el padre de la "Armada Argentina". Sin ser hijo de esta tierra actuó como el mejor, ganándose por honor y dignidad todos los reconocimientos que se le tributan.

Los documentos sobre sus vicisitudes proporcionan asombro.Parece  inverosímil cuanto le sucedió y cuanto hizo;es un personaje que  deslumbra por su decencia y heroísmo, sencillez y humildad.
El reverendo padre Antonio Fahyt,al informar la noticia de su muerte decía :”él fue un cristiano, cuya fe no pudo conmover la impiedad, un patriota cuya integridad la corrupción no pudo comprobar y un héroe a quien el peligro no pudo arredrar.”


"Veinticinco de Mayo", se llamó la fragata capitana que algún día lo acompañaría en la victoria. Sobre su proa gritó el coraje del almirante Brown a sus hombres: "¡Fuego rasante, que el pueblo nos contempla!"