La auspiciosa noticia acerca de la realización del Congreso internacional del agua el próximo mes de Junio/11 en la Provincia de Chaco, ha movilizado profundamente a distintos estamentos del país, dedicados a las cuestiones relacionadas con la preservación del medio ambiente en general y del recurso hídrico en particular.
La Liga Naval Argentina como entidad que nuclea en su seno a buena parte de las actividades relacionadas con las cosas del mar, los ríos y los lagos no es ajena a este impulso orientado a la defensa de uno de los recursos básicos de la vida
Siendo una Institución conformada en gran parte por “gente de mar” el autor se propone en forma sintética reflexionar sobre la relación biunívoca entre el universo del agua como medio y como fin en sí misma.
Es más que evidente que en el próximo congreso que tendrá a esta LNA entre uno de sus protagonistas, se apreciarán ponencias de índole técnico y científico que abordarán la temática hídrica desde ángulos muy distintos a los que “la gente de mar” solemos atender cuando nos referimos a nuestras aguas , como los corredores por los que circulan nuestras naves.
Trate de recordar el lector, cual es el momento más remoto en que el hombre se hizo a la mar; cuales fueron sus primeras razones y en que forma lo hizo. Trate también de recordar cual fue la primera vez que el propio lector tomo contacto con el mar, el rio o algún lago, y trate finalmente de ponderar cuales fueron sus sensaciones, sus dudas y sus certezas en aquella ocasión.
Seguramente distintos lectores, compartirán total o parcialmente sensaciones relacionadas con Fascinación, admiración, temor, respeto, curiosidad, inmensidad - entre otras –
Seguramente esas sensaciones fueron las que desde tiempos remotos relacionaron al hombre con el medio acuático.
Y Seguramente a medida que la civilización avanza un nuevo sentimiento comienza a cobrar vida en cada uno de nosotros PROTECCIÓN. Y derivado de este último el concepto de PRESERVACION
Cuando luego de la contemplación el hombre se decidió a convivir con su mar y sus ríos, inició un largo camino de seducción , conocimiento y conquista que aún hoy no termina.
Alguien escribió alguna vez que “el mar” es también “la Mar” porque permite ser amado/a de todas las formas posibles. Lo cierto es que el hombre conquisto primero sus playas y costas, luego penetró en sus orillas y sus inicios y sin solución de continuidad, en sus profundidades y misterios.
Sería bonito y hasta poético detenerse brevemente a repasar como al ritmo de la mejora en los medios utilizados para tal fin ( los buques) también avanzaron las técnicas para surcar las aguas , la evolución de la cartografía, el pasaje lento del arte a la ciencia de navegar, los instrumentos destinados a posicionarse en el mar, la ortodromia la loxodromia……el compas magnetico..........el radar………..el GPS.
No crea el lector que el autor olvida sus orígenes en la marina como maquinista, al contrario es esa condición la que lo lleva a compartir estas reflexiones.
Ocurre que al igual que lo sucedido con la mayor parte de la actividad de la humanidad, la revolución industrial marca un definitivo y rotundo “antes y después” en la actividad navegatoria; la noble madera y las velas que muchísimos años atrás habían vencido al remo, fueron cediendo terreno al frio acero y al vapor producto de la transformación del combustible sólido primero y líquido después en energía que impulsaba ingeniosos rotores denominados turbinas o pesadas máquinas alternativas.
Este avance tecnológico dio origen a buques más grandes, más sólidos y más veloces; capaces de ir cada vez más y más lejos, sin tocar puerto durante mayor cantidad de tiempo y con la posibilidad de transportar más carga y en condiciones más seguras. Dio origen también a esa raza de marinos a la que el autor se siente orgulloso de pertenecer; la de los Maquinistas.
Es bien sabido por todos nosotros, que la historia de la humanidad demuestra fehacientemente que cada vez que el ser humano avanzó en el desarrollo de una actividad , ciencia o tecnología, el desarrollo de estas fue exponencial.
Una vez más , digamos que la actividad náutica no escapa a esta regla genérica, en el presente los medios con los que contamos para surcar las aguas sea con fines comerciales , bélicos, de seguridad o deportivos sencillamente nos asombran.
Pero…… y también como en muchas otras actividades desarrolladas por el hombre , los humanos nos hemos comportado de una manera muy poco amable para el medio en el que incursionamos
A inusitada velocidad , mares , ríos y lagos se vieron poblados de cada vez más pesadas estructuras flotantes que los atravesaban como gigantes agujas , sea para unir puntos remotos o para extraer las riquezas guardadas en su interior e incluso en su lecho y subsuelo.
Mientras que bocanadas cada vez mayores de humo producto de la combustión de sus máquinas opacaban los cielos, una cada día mayor cantidad de residuos voluntariamente arrojados al medio acuático ,algunas veces propiciados por armadores ávidos de acortar tiempos de operación y maximizar utilidades y muchas otras por marinos ignorantes del daño que estaban causando, comenzó a dejar la inexorable secuela de paulatina degradación de los ecosistemas marinos, fluviales y lacustres.
Se suma a esta situación , la cada vez más creciente existencia de siniestros marinos de grandes proporciones que la mayor de las veces ocasionaron daños que la propia acción reparadora del hombre no pudo neutralizar.
Si consideramos que desde el hipotético primer giro del planeta como tal hasta el presente la cantidad de agua del planeta contando a esta en sus tres estados, no ha variado ni en una gota , la preocupación por el daño causado debería ser mayor.
Afortunadamente y esta vez sí a un ritmo mayor que el resto de las actividades industriales no marinas, el ser humano está tomando rápida conciencia de la importancia de este recurso natural tan básico y la vez supremo para la continuidad de la vida.
Aparecieron así conceptos tales como el lastre segregado, el tratamiento de aguas servidas antes de volcarlas al medio acuático exterior al buque. El “R.I.D” (régimen instantáneo de descarga) los convenios MARPOL, el doble casco el relativamente reciente concepto de planta receptora de lastre limpio a efectos de evitar que aún un lastre no contaminado con productos de la carga, no sea vertido en otras cuencas hídricas transportando agentes orgánicos extraños entre otras muchas medidas
Ha sido de primordial importancia en esta toma de conciencia el accionar de la Organización Marítima Internacional a nivel mundial y la labor permanente de concientización y control de las distintas autoridades marítimas . Con orgullo podemos decir que nuestra PREFECTURA NAVAL se encuentra entre las autoridades marítimas del mundo que más empeño pone en la preservación del medio marino fluvial y lacustre.
El sector Armatorial ha comprendido en su gran mayoría la delicada situación que estamos abordando y cada día más buques tienen medios más idóneos no solo para prevenir la contaminación sino también para afrontar las posibles contingencias en la materia.
Un capítulo aparte (que nos enorgullece como marinos) es el cada vez más alto grado de conciencia que demuestran las dotaciones de los buques en el manejo de los medios que les son confiados
Muchas entidades gremiales y profesionales, destinan buena parte de sus ingresos a planes de capacitación en la materia, por poner un solo ejemplo a nivel local, la labor de la Fundación Azul es muestra acabada de este compromiso.
Es obviamente mucho lo que aún resta por hacer dado que no se podrá desviar ni un segundo la atención en el mantenimiento de una navegación segura con mares cada vez más limpios ( precepto fundamental de la OMI).
Por ello cuando hablamos por ejemplo de la Hidrovía mientras el marino piensa en calado y el armador en ventajas comparativas, el científico mide niveles de contaminación el ecologista impacto ambiental el poblador ribereño visualiza desarrollo regional y el gobierno deberá velar por la articulación de los intereses de estos y otros actores
Por todo esto, resulta insoslayable para la Liga Naval participar en un congreso internacional sobre el agua, más que para dar cátedra para aprender, más que para hablar para escuchar, pero al mismo tiempo para llevar un claro mensaje que indique que cuando hablamos de “Conciencia Marítima y Fluvial” lo hacemos atendiendo no solo al agua como medio sino al agua como fin. Para evitar precisamente esto último EL FIN.