EL DECANO DEL PERIODISMO NAVAL ANALIZA LOS PROYECTOS DE LEY DE MARINA MERCANTE ACTUALMENTE EN ESTUDIO EN DIPUTADOS

PROYECTO DE LEY PARA LA MARINA MERCANTE
Richard Leslie Ramsay

Hace muchos años que se espera la sanción de una ley de marina mercante, amplia y generosa para los armadores, que los incentive a incorporar sus buques a la bandera argentina.
La importante flota mercante estatal que tenía el país fue desapareciendo debido políticas de privatización o liquidación: (ELMA,YPF, FLOTA FLUVIAL DEL ESTADO, YACIMIENTOS CARBONÍFEROS FISCALES), mientras que las flotas privadas al perder competitividad frente a armadores extranjeros, motivadas en un sinnúmero de obstáculos y gravámenes, cambiaron la bandera argentina por banderas de conveniencia, y a la fecha, la flota mercante de ultramar carece de buques, y de casi el 100% de cargas que transportaba Flota Fluvial del Estado y un grupo de empresas privadas que realizaban el transporte fluvial, hoy apenas el 5% es transportado por buques bajo la bandera argentina, ya que el 95% restante lo transportan flotas paraguayas y bolivianas.

Muchos proyectos se han presentado al Congreso, y el destino ha sido el cajón de las cosas olvidadas.

Ahora se está impulsando agresivamente el proyecto presentado el año pasado por el diputado de extracción sindical (FpV) Gastón Harispe, cuya esencia y espíritu obedece al subsecretario de Puertos y Vías Navegables, ingeniero Horacio Tettamanti y sus colaboradores.

Para los hombres vinculados a la industria naval y el transporte marítimo, el proyecto no contemplaría los intereses de empresas interesadas en invertir en nuestro país, y contrariamente a lo que podría esperarse del diputado Gastón Harispe, el proyecto avanzaría sobre los trabajadores fluviales (capitanes, patrones y tripulaciones en general) ya que de sancionarse dicho proyecto los marinos de ultramar ocuparían los espacios de los marinos fluviales, en una actitud egoísta y discriminatoria, dejando sin fuente de trabajo a más de 3000 familias de navegantes de la hidrovía. Poco esperable un diputado sindicalista, ex trabajador de Astillero Rio Santiago.

Desde nuestro punto de vista, el proyecto supedita a la marina mercante fluvio-marítima, a la industria naval, que, para entiendan mejor, es poner el carro delante del caballo.
La idea de presentar un proyecto de ley que involucra a ambas actividades no tiene ni razonabilidad ni sustentabilidad: la industria naval depende del ministerio de industria y la marina mercante del ministerio de Transporte.

La industria naval, es una actividad considerada madre de industrias, debido a que todos los rubros industriales convergen en los astilleros para la construcción de los buques. La industria naval necesita imperiosamente una ley de promoción que le permita su refundación, toda vez que ha ido desapareciendo con los vaivenes políticos que la desampararon, éste y varios gobiernos anteriores. La industria naval tuvo su auge durante la administración del capitán de navío Hugo Guillermo Guillamón, que proyectó un plan de construcciones que permitió que diez y siete astilleros trabajaran a pleno, y esto obedecía a que la marina mercante-casi único cliente de la industria naval, se había desarrollado fuertemente.

La marina mercante (indiscutido rol en el transporte de nuestros productos primarios y con valor agregado) tiene otras necesidades y competitividades que afrontar, que no se condicen con la industria, que provee o repara los barcos. El haber elaborado un proyecto conjunto y donde se privilegia la industria por sobre la marina mercante es un error que no debiera pasar por el Congreso.

Intencionadamente, se sostiene que el proyecto de Gastón Harispe está consensuado. Nosotros entendemos que está consensuado por una parte de la industria (no toda) ya que hay quienes entienden que no se puede consensuar sobre un ano contra natura. En dicho proyecto se establece un impuesto a los fletes y un aporte del Estado para dotar a los astilleros del equipamiento necesario para una producción sostenida, sin embargo poco se enfatiza en la necesidad de prefinanciación a los armadores para la construcción de buques, elemental punto para construir en astilleros argentinos.

El secretario de Transporte, Alejandro Ramos, elaboró un proyecto que divide ambas actividades, y que está recibiendo las últimas sugerencias para ser presentado como el proyecto oficial, que cuenta con el apoyo de empresarios, sindicalistas y varios diputados del FpV, encabezados por el diputado nacional por la provincia del Chaco, Gustavo Martinez Campos, como asimismo del ministro de Transporte Florencio Randazzo y diputados de la oposición que adhieren al proyecto oficial, por lo que se estima, que durante el año que viene estaría sancionado.

Ambas actividades necesitan una ley que les brinde previsibilidad, seguridad jurídica, y promoción, pero por vías separadas.
Sin marina mercante no hay industria naval. Un axioma que no se puede pasar por alto.

richard@desafioexportar.com.ar