LA OPINIÓN DE RICHARD LESLIE RAMSAY
MINISTERIO DE DEFENSA COMPRA REMOLCADORES RUSOS USADOS PARA LA ARMADA


Serán de mucha utilidad para el servicio naval, pero el decano del periodismo marítimo argentino se pregunta cómo será tomada esta medida en los sectores del gobierno que están impulsando una ley de industria naval que prohibe la importación de buques usados.

Buenos Aires, 4 de diciembre de 2014

REMOLCADORES
Agustín Rossi firmó convenio para la compra de cuatro remolcadores polares rusos.
Contrariamente a lo esperado ni FINA ni ABIN salieron a reclamar para que esas embarcaciones se construyan en astilleros argentinos, compitiendo en pie de igualdad en tiempo de entrega, calidad y costos.

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, a través de la Armada Argentina, firmó ayer un convenio para concretar la compra de cuatro Remolcadores Polares Clase “NEFTEGAZ” de origen ruso. El costo de su adquisición es de 8.167.500 USD (los cuatro), es decir a u$s 2.041.875 cada uno.

Los remolcadores estarían arribando al país a mediados del 2015, y reemplazarán a unidades que a lo largo de los últimos años se fueron desafectando por el tiempo de uso, brindando mayor seguridad a la navegación y siendo más económicos por ser más modernos.

La rúbrica realizada con una empresa estatal rusa permitirá la incorporación de remolcadores aptos para innumerables tareas del Servicio Naval, incluso en aguas antárticas, como Búsqueda y Rescate en el área marítima de responsabilidad SAR (14 millones de km2), Remolque y Salvamento, Patrullaje hasta las 350 millas náuticas y Control de los Espacios Marítimos, Apoyo a la Comunidad con atención sanitaria y Apoyo a las Ciencias.

Asimismo permitirá realizar la contención y mitigación de incidentes ambientales de largo alcance; efectuar la Patrulla Antártica Naval Combinada con mayores prestaciones y flexibilidad, y el sostén logístico móvil en apoyo a las actividades en el litoral marítimo atlántico, antártico y litoral fluvial.

Nuestra presentación de la nota, escrita irónicamente, ya que tenemos la certeza que ni la FINA ni ABIN, podrían elevar su voz para reclamar por estas embarcaciones, dado que jamás podrían acercarse al tiempo de entrega (el buque polar Almirante Irízar lleva varios años de atraso en su reparación y aún no hay certezas de cuándo podría navegar), y en cuánto a costos, se encontrarían cercanos al 25% o menos, de un remolcador construido en el país por astilleros nucleados en la FINA y la ABIN. Ambas entidades están impulsando la ley de marina mercante y de industria naval, que prevé impedir la importación de remolcadores para navegar por la hidrovía, exigiendo que todas las embarcaciones sean construidas en astilleros argentinos.

La sensatez indica que ante la imposibilidad de satisfacer las necesidades de los armadores en forma rápida y a costos razonables para empezar a competir con buques que enarbolan banderas paraguaya y boliviana, transportando mercaderías y productos generados en nuestro país.

Transportar un parte de lo que se mueve por vía acuática con bandera argentina, permitiría facturar en concepto de fletes varios millones de dólares, que hoy están favoreciendo a las otras banderas.

Dimensiones
Eslora, 81,37 m. Manga 16,30 m. Calado 5 m., Tonelaje 2723 tn. Tripulación30 personas