El relato del padre de un oficial desaparecido convertido en querellante.
Publicado: 16-02-2018
A tres meses de la desaparición del submarino ARA San Juan: "Los mandaron a morir"
Luis Tagliapietra es padre del teniente de corbeta Alejandro Tagliapietra y querellante en la causa. Los familiares reclaman que Prefectura se sume a la búsqueda del submarino
El 16 de noviembre de 2017, Infobae daba a conocer una noticia sin precedentes en la historia naval argentina. La Armada había perdido contacto con un submarino. En efecto, el ARA "San Juan" se había reportado por última vez a las 7:30 del día anterior, para informar que una avería había sido solucionada y que continuaba navegando hacia la base naval Mar del Plata.
Desde esa llamada y hasta el presente, todo ha sido especulación, conjeturas, esperanza y desilusión. Nada se sabe a ciencia cierta sobre las causas que llevaron a la desaparición del único submarino de la Armada Argentina activo y de sus 44 tripulantes.
Luis Tagliapietra es padre del teniente de corbeta –promoción 142– Alejandro Tagliapietra y al mismo tiempo, dada su condición de abogado penalista, querellante en la causa caratulada "averiguación de ilícito", que lleva adelante la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yañez.
En un desgarrador relato, le reveló a Infobae todo lo vivido hasta el día de hoy en que se cumplen tres meses de la tragedia.
Alejandro Tagliapietra
—¿Cómo vivió la decisión de su hijo Alejandro de ser oficial de la Armada Argentina?
—A los 11 o 12 años, estaba aún en el primario, me manifestó que quería ir al Liceo Naval. Cuestiones económicas me lo hicieron imposible y apareció la opción del Liceo Militar. Ingresó y siempre se destacó en todas las actividades. Luego se preparó para el ingreso a la Escuela Naval Militar, donde entraron 500 y quedaron 60. Una vez en la Escuela de Oficiales eligió la especialidad submarinos y yo respeté su decisión. Fue de mis cuatro hijos, el más parecido a mí, el más loquito al que le gustaban todos los deportes y la aventura. Soy antisistema y antiinstituciones, pero estoy orgulloso del camino que eligió. Se rompió el alma para llegar.
—¿Cuándo tomó conocimiento de la pérdida de contacto con el ARA "San Juan"?
–El 16 por la noche, la Armada llamó a la mamá de Alejandro primero y luego a mí. Me dijeron que me avisaban para que no me enterara por los medios. Me quedé tranquilo porque me explicaron que era un tema de comunicaciones. Me llamaban dos o tres veces al día con muy buenas formas. Luego comenzaron con el tema de las averías y todo lo demás, y la cosa comenzó a cambiar.
—¿Qué balance hace de su relación con la Armada Argentina en estos 90 días?
—Cuando comencé a sentir que la Armada nos estaba mintiendo o al menos que no nos estaba contando todo, decidí aprovechar mi condición de abogado con matrícula federal para presentarme como querellante. Invité a otras familias a sumarse y hoy represento a 11 tripulantes del submarino.
Consideré que había que preservar documentación porque había gato encerrado.
—¿Cómo es la relación de las 44 familias entre sí?
—Estamos todos totalmente unidos, tenemos incluso dos grupos de Whatsapp: uno amplio donde entran primos, tíos y amigos y el otro más reservado donde los familiares directos intercambiamos información. Son familias con distintas vivencias y necesidades pero todos queremos lo mismo, saber la verdad de lo que pasó y que los encuentren.
Enrique Balbi
—¿La Armada se guardó información?
—En algunos casos puntuales eso fue bien notorio, no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta. Un claro ejemplo es la famosa última comunicación donde se habla de una avería -que no es menor y es muy delicada- y el propio jefe de prensa de la Armada nos dice que a él se lo informan recién el fin de semana. Me pregunto: ¿cómo puede ser que semejante novedad no se nos hubiera contado en el mismo momento en que se produjo? La noticia se publicó primero en este medio. Mucho antes de que se nos informara oficialmente. Lo mismo pasó con la lista de comunicaciones satelitales, las mismas se mantuvieron ocultas hasta que la empresa Texacom dio a conocer el listado de llamadas.
—¿La prensa iba un paso delante de la información oficial?
—Los primeros días confiamos plenamente en la información de la Armada. Se nos dijo una y otra vez que un marino no deja atrás a otro marino, pero eso duró poco. Después de eso comenzamos a tener desconfianza a tal punto que, luego de que los familiares recibíamos el parte privado en el que se nos daban las novedades, quedábamos pendientes de lo que decía Balbi a ver si agregaba algo distinto. Luego pasamos a estar pendientes de cada medio de prensa a ver qué decían.
—Sumaron más angustia a la que ya vivían…
—Pasaron cosas muy feas, entre ellas las noticias falsas que comenzaron a proliferar. Un análisis posterior nos llevó a la conclusión de que eran todas maniobras de inteligencia que operaron sobre algunos medios para embarrar la cancha. No sabemos bien por qué. Analizando todos los partes de prensa oficiales y todos los datos que surgían de otros lados… todo es una enorme bolsa de gatos. No sabemos por qué nos siguen ocultando cosas. En Mar del Plata les faltan el respeto a los familiares, no porque los traten mal sino por las cosas que les hacen a la hora de informar. Necesitamos a la Armada en la búsqueda, pero es necesario que convoquemos a un equipo de expertos y replanteemos las áreas de la misma, porque claramente han fracasado.
—¿Conforma a los familiares que se haya puesto una recompensa de $100 millones?
—Es uno de los puntos que pedimos, curiosamente el último de todos. Pero faltan muchas cosas más, todo está en el petitorio. Los primeros días de búsqueda había más de 10 buques de la Armada, hoy hay solo dos.
—¿Por qué la Prefectura Naval quedó al margen de la búsqueda?
—Desde el primer día lo venimos pidiendo y siempre se nos respondió –tal vez para defenestrarla- que la Prefectura Naval no patrulla en alta mar, que solo se dedican a navegar hasta las 12 millas. Ahora resulta que hace un par de días nos enteramos de que en un exitoso operativo la Prefectura capturó un pesquero español cerca de las 200 millas. Sin entrar en polémicas le pedimos al Presidente que convoque a la Prefectura Naval. Los familiares hemos gestionado una entrevista con la ministra de Seguridad (Patricia Bullrich) para también comprometerla como jefa de la PNA a que la sume a la búsqueda. También pedimos por la incorporación de pesqueros y del moderno buque Víctor Angelescu.
—¿De la causa, hay elementos que lleven a sacar alguna conclusión primaria?
—El primer día que vi los documentos que ahora se han publicado aquí en Infobae, me largué a llorar. Cuando leí todas las fallas que le habían detectado al submarino (33 puntos) y que de ellos no le habían solucionado ninguno, cuando leí los pedidos del Capitán del submarino para que le reparen el buque, sentí que los mandaron a morir. Una cosa es que uno cometa un error, pero otra cosa es cometer un acto suicida porque hay un superior que te manda igual a navegar. Es un acto criminal.
—¿Por qué se mandó al submarino a navegar: por negligencia, por desidia?
—Por todo eso claramente. Tendría que meterme en la psiquis de muchas personas para ver por qué lo hicieron. Esto no cae sobre la cabeza de uno solo. Son varios los que pergeñaron esta misión sin tener en cuenta las consecuencias. No se comprende.
Familiares de los 44 tripulantes del Ara San Juan
—¿Cómo ve plantada a la jueza y a la Justicia en general?
—Se está trabajando seriamente. Tanto el fiscal como la jueza como el secretario y yo mismo estamos aprendiendo. Todos estamos preguntando con humildad a distintas personas que nos pueden ilustrar sobre temas navales. En algún momento se va a convocar oficialmente a peritos especialistas, por ahora no los hay. Quiero saber la verdad, todo lo que pasó.
—¿Ha tenido contacto con los compañeros de su hijo? ¿Cuál es el clima interno en la Armada?
—Todos están destruidos, con bronca, con ganas de ayudar, de averiguar. Frustrados, decepcionados. No lo pueden decir abiertamente porque siguen perteneciendo a la fuerza, pero me lo dicen a mí. Sé de muchos muchachos que se han embarcado y no han dormido con la ilusión de encontrarlos. Acá no pasa por el personal medio de la Armada -el 90% del personal se ha desvivido por encontrarlos-, pero la cúpula y el poder político no ayudan.
Ahora nos encontramos con la novedad de que las familias que están en Mar del Plata no son informadas de las novedades, pasaron a ser el enemigo.
—¿Qué le pediría a las autoridades?
—Que los encuentren, que cumplan con lo que nos prometieron en el primer momento: agotar todos los recursos para encontrarlos. Luego veremos todo lo demás, pero lo primordial es poner todos los recursos para dar con el submarino. No voy a descansar hasta que los podamos encontrar y averiguar la verdad.
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