El cambio de gobierno, trajo novedades para vastos sectores de la actividad económica nacional. La Marina Mercante parece no quedar excluida de estos vientos de cambio.

Al margen de la difícil tarea de recuperar la bandera al menos en los tráficos regionales por la hidrovía Paraná Paraguay; las autoridades de transportes y defensa van dando señalas claras de poner orden en el caótico sistema de Formación y Titulación del personal de la marina mercante nacional.

Autoridad de aplicación, de administración y marítima, parecen ser demasiadas patas de un mismo estado que hacen tediosa y complicada la vida a la gente de mar, al menos cuando de obtener o renovar un título se trata.

Por estos días, especialistas de algunos gremios marítimos e incluso de la propia Liga Nava Argentina, han presentado diversas alternativas para proceder en el corto plazo a la transferencia de estas responsabilidades a la órbita civil. “No podemos pretender seguir recargando a la ARMADA ARGENTINA con tareas relacionadas con la formación de marinos civiles. Las Fuerzas Armadas no pueden ser distraídas con tareas ajenas a su competencia específica” señaló a Marina Digital un Perito Naval que a la vez es Oficial de Estado Mayor Especial de la fuerza naval.

Suele decirse que la injerencia de la Armada en la formación de personal mercante, se relaciona con el rol de personal de la reserva naval que estos marinos poseen, pero hasta donde nos explican no hace falta que la Armada tenga en poder la formación de un marino reservista, ya que en el presente la Armada no aporta docentes militares, la práctica de tiro se ha eliminado y las cuestiones castrenses son minimizadas al punto que los cadetes egresan sin saber los grados de las jerarquías navales. Ello no obsta que a la hora de un conflicto bélico, el personal navegante acuda en apoyo de las fuerzas navales, tal como ocurrió en el conflicto Malvinas.

Desde la creación de un Instituto de tecnología marítima bajo control estatal pero conducido íntegramente por Personal de la Marina Mercante hasta estructuras parecidas a las que regulan la formación marítima en Mexico, varias son las hipótesis que se barajan.

Un oficial de la plana mayor de la ESNN; señaló a marina digital “Estamos trabajando fuera de buena parte del STCW, por ejemplo para el caso de las transferencias de personal militar o policial a la Marina Mercante, el convenio las prevee, pero claramente OBLIGA A QUE EL OFICIAL MILITAR CUMPLA UN PLAN DE ENTRENAMIENTO QUE CUMPLA LA NORMATIVA. Es decir, que además de las materias teóricas el postulante a transferirse debe cumplir embarcos aprobados por OMI y los embarcos en buques militares o policiales CLARAMENTE NO LO SON.

Todo deberá ser revisado, modificado o corregido según corresponda, pero no puede ser que un Cadete egrese en Diciembre y que la burocracia naval haga que por cuatro meses ese profesional no pueda trabajar porque se demoran su título y sus certificados.

Para el corto plazo, quienes están colaborando oficiosamente con las autoridades dicen: “No es difícil, la transferencia de autoridad debe ser inmediata, pero ello no implica que el personal que se viene desempeñando sea dado de pase a la nueva administración, tal como sucedió con el personal militar de Hidrografía Naval o del Servicio meteorológico Nacional. Al menos hasta que el nuevo personal se ponga al tanto de la mecánica del trabajo.

Ya en 1983 las autoridades del primer gobierno de la actual etapa democrática, iniciaron gestiones para el traspaso, pero luego presiones de las instituciones y cuestiones de más urgencia, dejaron dormir la idea. Por ello ahora es importante que la transferencia sea lo antes posible.

Muchas veces ocurre que profesionales militares de reconocido prestigio en su campo de acción, intentan “legislar” en cuestiones relacionadas con la formación de marinos mercantes, con resultados francamente desastrosos. Y no lo hacen por maldad sino por simple desconocimiento.

Así también por ejemplo, puede entenderse que la autoridad marítima tenga un enviado permanente en la Organización Marítima Internacional, ya que por su rol policial muchas veces tendrán que ser quienes hagan cumplir la normativa de ese organismo en las aguas del país, pero si alguien más tiene que estar en LONDRES, debería ser un profesional de la marina mercante y no un oficial militar, ya que la OMI taxativamente excluye el tratamiento de temas relacionados a la navegación de unidades militares; aún para el caso que en el corto plazo la Armada siga siendo la autoridad de administración; tiene en sus filas a varios profesionales mercantes en relación de dependencia. Un marino mercante reflexiona “La Armada no vio con buenos ojos que militares del cuerpo profesional ocupen lugares reservados sólo para el cuerpo comando. Porqué los marinos mercantes profesionales, deberíamos seguir tolerando a un profesional militar opinando sobre nuestros asuntos si en la mayoría de los casos jamás han pisado un buque mercante antes de ir a ese cargo.

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Liga Naval Argentina