La organización de marras solicita a sus lectores contribuciones dinerarias para sostener su actividad y si bien algunos de sus informes brindan un panorama acerca de la actividad marítima, en su gran mayoría contienen graves errores conceptuales tal vez imputables a la falta de asesoramiento técnico adecuado.

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EL INFORME SOBRE LA ACTIVIDAD PESQUERA ARGENTINA

Consultada al respecto, la Liga Naval Argentina intenta poner en blanco sobre negro la extremadamente inexacta información brindada enviado un informe técnico a los organismos correspondientes.

Tomando como ejemplo solamente una de las notas analizadas, el portal Tiempo Militar republica una nota aparecida en el medio capitalino Infobae titulado “Abanderamiento” La investigación internacional que muestra como China ganó el control de la Flota Pesquera Argentina.

La nota no es de autoría local 

En el párrafo inicial del “documento” de marras los supuestos especialistas descubren - a más de 40 años de llevarse adelante la actividad denunciada- que empresas de capital chino se radican en el país con el supuestamente oscuro objetivo de permitir que sus buques pesquen en aguas interiores de la ZEEA.

Nada dice el “informe” sobre que la practica de radicación de capitales extranjeros en el país con fines productivos y no especulativos ha sido históricamente deseado por el Estado Nacional. Tampoco menciona que la misma operatoria la realizan empresas españolas y japonesas entre otras.

De hecho, capitales japoneses construyeron las instalaciones de la actual Escuela Nacional de Pesca dependiente de la Armada Argentina en la ciudad de Mar del Plata.

Cómo es la operatoria

La Ley Federal de Pesca reserva exclusivamente para buques del pabellón nacional la asignación de cupos de captura para las distintas especies a cambio del pago del canon respectivo.

Para ello cuando una firma de capital extranjero desea participar de las capturas dentro de la ZEEA debe cumplir los siguientes requisitos

Constituir una filial local conforme a la ley de sociedades comerciales.

Importar o construir buques que enarbolen la bandera argentina, con el obvio cumplimiento de todas las previsiones arancelarias y reglamentarias que ello implica.

Enrolar en sus naves tripulación argentina sin perjuicio de las liberalidades que la legislación permite en materia de sobrecargos de origen extranjero.

Atenerse en un todo a la normativa local en materia laboral, previsional, sanitaria y reglamentaria estando sujeta al control y verificación de la Autoridad Marítima Nacional (PNA) y de los demás organismos estatales con injerencia en la actividad.

Abonar el canon determinado y pescar de conformidad al cupo asignado.

Desembarcar su carga procesada a bordo o por procesar en tierra en puertos argentinos.

El producto procesado destinado a exportación estará sujeto a las retenciones que para la actividad pesquera fije el Estado Argentino y además el personal terrestre en la planta de procesamiento estará sujeto a la reglamentación laboral nacional.

Sin perjuicio de todo lo anterior, las empresas radicadas según lo descripto están sujetas a las cargas tributarias sobre ganancias, ingresos brutos, tasas municipales, provinciales y nacionales según corresponda.

El producto exportado en esas condiciones mayormente va a los mercados asiáticos o europeos en absolutas condiciones de trazabilidad y legalidad.

Como puede apreciarse esta actividad dista mucho de la buques asiáticos y europeos realizan fuera de las 200 millas marinas y que si bien no son ilegales constituyen un objetivo lícito de análisis para estas pseudo organizaciones ambientalistas y para diferentes organismos preocupados por las consecuencias no deseadas de la pesca no declarada y no reglamentada (la que no siempre es ilegal).

La Fake News a la que nos estamos refiriendo, sin mucho criterio periodístico pasa luego a analizar un hecho que, SENCILLAMENTE NUNCA OCURRIÓ.

Se trata del hundimiento del buque pesquero de bandera China Lu Yan Yuan Yu durante una persecución por parte de la PNA. La ida a pique de la nave ocurrió el 14 de marzo de 2016 luego de varios días de persecución por haberse detectado que pescaba ilegalmente dentro de las 200 millas de la ZEEA.

Si bien en un principio circuló la versión que las autoridades policiales argentinas habían hundido el buque con disparos de armamento policial de 12,7 mm quedó claro posteriormente que la propia tripulación hundió la nave pasando a parte de su tripulación a otro buque de la misma flota mientras que un reducido grupo de estos marinos chinos fue rescatado por el propio personal de la Prefectura Naval Argentina.

Se estableció acabadamente que los impactos de amedrentamiento realizados desde el Guardacostas policial no pueden resultar en el hundimiento de un pesquero ya que están destinados a impedir su fuga, pero no a poner en peligro la seguridad de la vida humana en el mar.

El motivo de la cita precedente obedece a que siempre según la fantasiosa versión de la ONG de marras lamentablemente redistribuida por medios locales a partir de ese suceso el Consejo Federal Pesquero comenzó a habilitar en forma “sospechosa” a buques chinos a operar legalmente en la ZEEA siendo que de hecho la empresa nombrada en el libelo venía operando con anterioridad y con los recaudos legales citados.

Finalmente, diversos especialistas de la actividad consultados manifestaron su preocupación por este tipo de publicaciones realizadas sin el debido chequeo de los medios que las publican con las fuentes del sector y que no se compadecen mínimamente con la realidad operativa del sector pesquero.

La Liga Naval Argentina como entidad responsable de la difusión de los Intereses Marítimos Argentinos se ve en la obligación de alertar sobre este tipo de falacias que no hacen más que contribuir a una percepción equivocada por parte de la sociedad de los muchos esfuerzos que entidades civiles, policiales y militares del país realizan para garantizar una actividad sustentable y sujeta a la normativa nacional vigente.