El galardón constituye un verdadero “cierre de grieta” entre la autoridad marítima nacional y los pescadores profesionales, luego de los resonantes accidentes de los pesqueros El Repunte y Rigel, y de la posterior exigencia por parte los marinos de pesca para que se incrementen las medidas de protección de la vida humana en el mar, entre los que se encuentran la exigencia a los armadores de contar con dos balsas salvavidas por buque, incrementar la dotación de chalecos salvavidas y la provisión de trajes de abandono con flotabilidad positiva.

Posteriormente, el Presidente la Liga Naval Argentina junto al Prefecto Nacional en su carácter de Presidente Honorario de la entidad, hicieron entrega al Capitán Frías del diploma que lo acredita como Director de la Liga Naval y la oportunidad fue propicia para que el PG Cuesta anticipe la futura designación de Frías como Delegado de la Liga Naval en el Litoral Marítimo Nacional.