El declamado éxito del aislamiento domiciliario obligatorio y sus medidas complementarias relacionadas con el cierre de casi todas las actividades industriales y comerciales del país.
Publicado: 08-04-2020
Las restricciones a la circulación de vehículos particulares, la supresión del tráfico aéreo y la abrupta reducción de los transportes públicos terrestres, comienza a generar como efecto colateral no deseado la cada vez menor disponibilidad de tanques de almacenamiento para los distintos cortes que la refinación del petróleo crudo origina. El despacho de combustibles al mercado se ve reducida a valores que oscilan entre el 70% y el 85%.
Según detallaron a Infobae profesionales relacionados con el manejo de las principales plantas de refinado de petróleo del país, sacar de servicio una destilería no es una tarea sencilla, el proceso debe ser meticulosamente programado y el posterior “re encendido” de la misma, no resulta más fácil. Las principales refinerías actualmente en operaciones son Raízen ( Ex Shell) ubicada en Dock Sud. YPF, con sus plantas de La Plata, Plaza Huincul y Luján de Cuyo. Completa el cuadro la destilería de la empresa Axion en la localidad de Campana, en tanto que la planta de San Lorenzo que pertenecía a Oil Combustibles actualmente no opera.
"Tomar la decisión de parar las refinerías debería ser solo un último recurso. Los mecanismos y procesos que intervienen en cada etapa de la destilación son extremadamente complejos, no se trata de bajar una palanca o dar vuelta una llave. Por otra parte todo el plan de seguridad industrial y ambiental de una refinería está pensado para la planta en operación y no es lo mismo hacer una parada técnica por cuestiones de mantenimiento dentro de un plan estándar que sacar de servicio un complejo industrial de grandes dimensiones por tiempo indefinido. Hay algunas cosas que podemos hacer antes, pero lo cierto es que ya comenzamos a hacerlas y al parecer no alcanzan", señaló a Infobae uno de los encargados de la refinería más grande del país.
Según lo que afirman los expertos consultados por este medio, lo que en la práctica están haciendo las diferentes empresas petroleras es reducir el ritmo de producción. “Esto es un paliativo, pero debemos considerar que no es posible bajar la producción más allá de un 60% y esto no tiene que ver con temas laborales relativos a reducción de personal o cierre de turnos. La destilería trabaja las 24 horas del día y si bien en la actualidad se ha reducido en parte el personal presente en cada turno, la dinámica de la producción no permite ir más abajo del nivel actual de destilación”.
Una situación particular es la que atañe al Fuel Oil. Este hidrocarburo es en la práctica el producto residual que se obtiene luego de procesados todos los cortes livianos y es el que utilizan la mayoría de los buques cargueros que recalan en los puertos argentinos. “Con solo mirar un mapa y ver que todos los muelles del país resultan ser terminales alejadas de la mayoría de las rutas marítimas internacionales, se comprenderá rapidamente que ninguna embarcación puede zarpar del extremo sur del continente sin haberse re abastecido de combustible”, indicaron desde el sector naviero al tiempo que remarcaron que con destilerías paradas en poco tiempo el stock de fuel oil entraría en colapso paralizando las exportaciones marítimas.
La alternativa en estudio
En la actualidad,la totalidad de los buques tanque que transportan el petróleo crudo desde las plantas de extracción como así también los que cargan sus tanques con los distintos “cortes” ( Naftas, gas oil, JP1 y Diesel Oil) se encuentran en gran parte inactivos y muchos de ellos están bajo contrato con la distribuidora estatal (CAMMESA) con la propia YPF y además por empresas privadas. Aunque no naveguen, el Estado paga igualmente por sus servicios.
Desde el sector naviero se iniciaron consultas con las autoridades del área energética para utilizar a estos buques como depósitos flotantes y generar un “pulmón” que permita “estirar” sensiblemente el margen de almacenamiento. “Notamos con preocupación que las autoridades de la Secretaría de Energía y del Ministerio de Transporte no llegan a comprender que montar un plan de contingencia de esta magnitud lleva un determinado tiempo de ejecución. La pandemia nos golpea a todos y nos enfrentamos cada día a situaciones imprevistas, pero no podemos permitir que así como días pasados cientos de miles de jubilados y beneficiarios de planes desbordaron las calles, este problema nos estalle en las manos por imprevisión”, sostuvo uno de los navieros.
Por otra parte y ante la baja del precio del barril de crudo a nivel mundial, muchos países están comenzando a contratar grandes buques tanques en el mercado internacional para usarlos como reservorios flotantes pero con la intención de generar stock a la espera de que una mejora del precio les permita realizar exportaciones a otros valores.
No hay comentarios para esta nota.