“El Capitán y el Primer Oficial están muertos, los maté yo”, dijo el agresor. El trágico hecho ocurrió ayer a la noche a bordo del buque tanque Ayane, cerca de Ensenada.
Publicado: 24-10-2021
“El Capitán y el Primer Oficial están muertos, los maté yo y me voy a entregar. Así que quiero que venga un guarda costa y me arreste, ya está. Tan sencillo como eso”, se le escuchó decir a un marino que pidió ayuda por la radio, ayer por la noche, a los efectivos de Prefectura de Ensenada.
El llamado de auxilio vino desde el buque tanque Ayane, donde se encontraba el agresor. Los primeros indicios señalan que, en un posible brote psicótico, el Tercer Oficial de Cubierta, Carlos Lima (52 años), le vació el cargador de un revólver al Capitán, identificado como Alejandro García (39 años); y al Primer Oficial, de nombre Juan Pegasano (48 años).
Testigos indicaron a Infobae que tras mantener una intensa discusión en la cubierta, el marinero ingresó al buque a buscar el arma y cuando salió arremetió a tiros únicamente contra ellos. El resto de la tripulación resultó ilesa. Según pudo averiguar este medio, tanto el Capitán como el Primer Oficial habían embarcado ayer porque fue día de relevo.
El Primer Oficial que resultó asesinado es ex oficial de la Armada y ex compañero de tres oficiales que actualmente se desempeñan en la Escuela Naval Militar. Esto es posible, indicaron las fuentes consultadas, porque “hay un sistema de transferencia entre los marinos de guerra y los mercantes”.
Si bien aún se desconocen los motivos de la pelea, una vez cometido los dos asesinatos el marino se comunicó inmediatamente con Prefectura para informar de lo sucedido, cerca de las 22.30.
Un barco de Prefectura se acercó al buque Ayane tras el pedido de auxilio
“Tenemos dos tripulantes muertos a bordo a mano de otro tripulante con arma de fuego. Necesitamos asistencia urgente”, se lo escuchó decir al marino Lima en un primer audio. Y cuando el prefecto le pidió más precisiones, detalló que las personas atacadas eran sus superiores y que él había cometido el hecho.
La tragedia ocurrió en una zona de fondeo de barcos frente a La Plata, a unas 2 millas de la costa. Hasta allí se dirigió el persona de la fuerza que se encontraba a bordo del guardacostas Cabo Corrientes, que navegaba cerca del lugar donde había sucedido el hecho, alrededor de las 0.30 horas de este sábado, mientras se mantenía la comunicación con el buque; que está alquilado por la empresa Bahía Grande y es apto para el transporte de productos derivados del petróleo y químicos.
Este es Carlos Lima, el marino que mató a sus superiores
En paralelo, se comunicó otro tripulante del buque con la Estación Costera solicitando apoyo urgente por tener inmovilizado al agresor desconociendo si aún poseía el arma de fuego. El Capitán del Guardacostas GC-73, que recién pudo aborda el buque a las 1:40, constató que había dos víctimas fatales y que el presunto homicida había sido reducido por sus propios compañeros. De acuerdo a los primeros relatos que pudo recabar, el arma utilizada habría sido arrojada a las aguas por el autor del hecho.
En estos momentos, personal judicial y del Departamento Científico Pericial de la institución realiza las tareas de rigor a bordo del buque: pericias, relevamiento de pruebas y testimonios a la tripulación del buque. Además, procedieron al traslado de los cuerpos para la correspondiente autopsia.
En el Ayane había 21 tripulantes a bordo, todos argentinos
El caso es investigado por el Juzgado Federal Número 3 de La Plata, a cargo del Dr. Ernesto Kreplak; y fue la Secretaría Número 9, de la Dra. Yamila ABDELCADER, quien ordenó la detención del presunto homicida apodado como el “El loco Lima” por sus propios compañeros.
Incluso, varios de ellos -de acuerdo a los antecedentes de violencia y desequilibrio emocional que presentaba- no entienden cómo el marino podía superar anualmente los exámenes psicológicos que les exigen para poder trabajar.
Este es el Capitán Alejandro García, una de las víctimas fatales
Otra de las incógnitas es cómo pudo ingresar armado al buque. “El control de ingreso de armas a un embarcación no lo hace Prefectura porque es responsabilidad de la empresa. Por eso, se supone, que un operador de seguridad tendría que haber controlado a cada tripulante antes de abordar; algo que claramente no sucedió”, precisaron a Infobae fuentes cercanas a la tripulación.
Carlos Lima se recibió de oficial de radio a fines de 1991, en la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano. Cuando la reglamentación hizo que los radios ya no fueran necesarios a bordo de los buques, hizo la conversación a oficial de cubierta en 2004 y en paralelo trabajó como oficial en la Policía Bonaerense.
La tragedia ocurrió esta madrugada en una zona de fondeo de barcos frente a La Plata, a unas 2 millas de la costa
Lo más llamativo es que pese a haber sido condenado en 2011 por tirotear a un vecino en City Bell salió casi enseguida en libertad condicional y consiguió embarcar en la Marina Mercante sin que tuvieran en cuenta sus antecedentes penales y que había sido cesanteado de la fuerza en 2007.
El hecho ocurrió el 2 de junio de 2008, en las calles 134 y 472. Esa noche, cerca de las 22.30 horas, Lima rompía a mazazos el pavimento de la calle para evitar que se acumulara el agua del desagote de su lavarropas.
Al advertir lo que estaba pasando, un vecino que fue a pedirle explicaciones recibió seis tiros de parte de Lima. Tras mantener una acalorada discusión, el entonces ex policía extrajo una pistola 9 milímetros y efectuó al menos seis disparos contra su vecino, quien cayó al piso gravemente herido. De acuerdo a los primeros peritajes, Lima abrió fuego a menos de un metro y medio de distancia y los testigos aseguraron que fue “como si lo ejecutara”.
La víctima recibió un balazo en la pierna izquierda, dos en la columna, uno en el abdomen que le afectó el intestino y dos en el brazo izquierdo, por lo que fue trasladado al Hospital San Roque de Gonnet, donde los médicos lo operaron de urgencia.
En tanto, tras haber baleado al vecino, el ex policía se atrincheró en su casa y también les disparó a los policías que intentaban que depusiera su actitud agresiva y ofensiva. De inmediato, los efectivos pidieron apoyo al Grupo Halcón, por lo que se cerraron las calles cercanas y se montó un operativo, al cual se lo convocó al fiscal de turno de La Plata. Tras más de una hora de negociación, decidió entregarse.
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