Por cierto que cuando se escuchan estas propuestas vuelven las esperanzas, por lo menos en el ámbito de la Liga Naval Argentina, delegación Chaco, a una región aislada del país que a pesar de los gobiernos que han pasado y de las promesas de cada uno de ellos en cuanto al desarrollo, continúa aislado y clamando por un federalismo verdadero.


Es que a pesar de sus riquezas potenciales y los esfuerzos que se concretan productivamente en ese interior bravío no alcanza para que, por lo menos, exista igualdad de condiciones para competir con las regiones más favorecidas. Lo que más duele es, justamente, la indigencia y la pobreza que han echado raíces a pesar del avance productivo que tuvieron muchas provincias en distintos rubros.


De todas maneras, los hombres del interior curtidos en las lídes de golpear las puertas en Buenos Aires en busca de nuevas condiciones, vuelven a tener esperanzas porque se inicia una nueva etapa a través de un gobierno constitucional.


En ese sentido creemos también que el Plan Belgrano no solo tiene que tenerlos objetivos marcados sino que tiene que hacerse carne en la población en general y en sus dirigentes en particular para que, a través de una estrategia, se fijen los plazos de los anuncios de obras y acciones que se necesitan desarrollar para lograr los objetivos que no son otros que los de unirnos de norte a sur y de este a oeste.


Antes contábamos con ferrocarril, puertos y también caminos para transportar nuestros productos casi todos de origen agrícola industrializados o semi industrializados,con destino a los grandes centros de consumo y de comercio exterior, que no se transportan como commodities a granel, pues usan contenedores, pallets, bolsones u otros modos de empaque. Esto lo sabe el actual gobierno y queremos volver a ser protagonistas, con paciencia pero con objetivos bien definidos donde la inversión y el plazo se convierta en fundamental para la concreción de los proyectos sean una realidad y no quedemos sumergidos solo en promesas. Por eso, el acompañamiento pero más que nada la participación y el seguimiento de los mismos se debe constituir en el brazo ejecutor que de vida al proyecto Belgrano Cargas.


En las jornadas realizadas en Resistencias y organizadas por la Liga Naval Argentina se dijeron muchas cosas importantes, que coinciden con el espíritu del Plan Belgrano.


En especial decíamos y los destacados oradores ratificaron la necesidad de continuar trabajando por el fortalecimiento de nuestra soberanía en nuestros ríos y el mar. Y también, desde este puerto de Barranqueras, que necesita revitalizarse, se hizo un llamado a la acción para expandir nuestro desarrollo a todo el país a través de repensar nuestra matriz de transporte, con una mirada multimodal, donde el fluvial juegue un rol destacado, junto al ferrocarril y el transporte automotor.


La Argentina tiene un potencial excepcional, fundamentalmente en todo lo relacionado a commodities del sector agropecuario. Un dato importante: Las proyecciones de los especialistas indican que para la cosecha de 2020 serán necesarios dos o tres Belgrano Cargas, vamos a tener que contar con 100.000 camiones en las rutas y también más barcazas. - Por eso, tenemos que contar con la infraestructura necesaria para el movimiento, traslado a los puertos y exportación.


Hoy por hoy, las economías regionales del norte del país continúan teniendo una fuerte dependencia del camión, que aunque no sea el medio de transporte más barato, ofrece disponibilidad de vehículos y garantiza el flete dentro de los plazos pactados. Hoy se ve al camión como un verdadero socio de las necesidades de la producción y del comercio, pero hay que ubicarlo dentro de un concepto más amplio como el de la logística para que se reduzcan los costos debido que hoy resultan onerosos por la distancia a los puertos.


La Hidrovía Paraná-Paraguay, de casi 3500 kilómetros de extensión, es una fuente de oportunidades para nuestro país y para el Chaco ubicado en esta región muy particular. Pensamos que el Puerto de Barranqueras debe ser un protagonista indiscutible porque su localización geográfica y geopolítica, así lo señalan. Casi la mitad de su recorrido transcurre por nuestro territorio.


Sin embargo, los argentinos que aportamos con nuestro impuesto y esfuerzo a su mantenimiento, dragado y balizamiento, solo la utilizamos con un uno por ciento de los barcos que circulan por esta importante vía de comunicación fluvial. Es decir, que 9 de cada 10 remolcadores que navegan el Paraná, son de bandera paraguaya o boliviana. De esta manera, los hermanos paraguayos se convirtieron, con 127 remolcadores, en la tercera flota fluvial en el mundo, detrás de Estados Unidos y China.


Tendremos que buscar las causas de esta sin razón para liderar la hidrovía Paraguay Paraná porque se constituye en un deber nacional reafirmar con nuestros barcos la soberanía fluvial.


En la actualidad observamos que todos los medios de transporte compiten por la misma carga y ello no resulta beneficioso para nadie. Pensamos que el camino pasa por la articulación e integración del transporte automotor, ferroviario y fluvial, que no debe demorarse más . Se dijo en este encuentro de la Liga Naval que se podría estudiar, con el aporte de todos los actores fluviales y del transporte junto al gobierno, el impulso de un Ministerio de Transporte para aunar criterios y fijar la política nacional que la Argentina necesita en la actualidad y para el futuro.