CEREMONIA EN LA PLAZA 1° DE MAYO

Durante el mediodía del pasado 20 de abril en el predio que actualmente ocupa la plaza 1° de Mayo en el barrio porteño de Balvanera (Comuna 3) se llevó a cabo la ceremonia mediante la cual la LIGA NAVAL ARGENTINA procedió a reponer la placa que recuerda que en ese solar descansan los restos de quien fuera en vida esposa del Padre de la Patria en el Mar, el Almirante Guillermo Brown.
Publicado: 25-04-2022

Elizabeth Chitty de Brown Inglesa de nacimiento y practicante del credo Anglicano, fue la compañera incondicional del gran Almirante de origen irlandés y devoto católico.

 

Sus restos fueron inhumados en el antiguo cementerio de los disidentes emplazado antiguamente en lo que hoy es la plaza 1° de Mayo. Cuando el mismo fue trasladado a su actual ubicación algunos restos mortales permanecieron en el lugar, entre ellos los de la Sra. Chitty.

 

Los detalles de los motivos que dieron lugar a la ceremonia que hoy coprotagonizaron autoridades de la Comuna 3, la Armada Argentina, La Prefectura Naval Argentina, el Instituto Nacional Browniano, la Liga Naval Argentina y otras entidades del ámbito comunal, están claramente plasmados en las palabras que pronunciara el Vicepresidente Segundo de la LNA Almirante VGM Daniel E Martin motivo por el cual se adjunta el mismo.

 

Valga destacar que la reposición de la placa que perpetua la memoria de la esposa del Alte. Brown fue necesaria a partir de un hecho vandálico que derivo en la desaparición de la originalmente colocada en lugar por la LNA hace más de medio siglo.

 

Este hecho originalmente doloroso y repudiable, permitió no obstante propiciar una jornada de acercamiento entre las principales instituciones navales del país ( Armada Argentina Prefectura Naval) a la comunidad civil – en este caso del barrio de Balvanera- permitiendo constatar el cariño y respeto que la comunidad dispensa al personal de ambas instituciones fundacionales de la República.

 

Marina Digital con satisfacción puede afirmar una vez más que la Liga Naval Argentina ha cumplido su cometido institucional.  Contribuir a la difusión de las cosas del mar, sus protagonistas y sus héroes en el seno de la sociedad argentina .


PALABRAS DEL VICEPRESIDENTE SEGUNDO DE LA LNA ALMIRANTE (re) VGM DANIEL A MARTIN EN EL ACTO DE REINSTALACIÓN DE LA PLACA HOMENAJE A LA SEÑORA ELIZABETH CHITTY DE BROWN



Siento una gran emoción al compartir esta ceremonia con ustedes en la que venimos a reinstalar la placa que fuera hurtada y sus sostenes brutalmente vandalizados, y que recuerda la memoria de doña Elizabeth Chitty de Brown, esposa del almirante Guillermo Brown, cuyos restos descansan en este solar.



Como recién expresé, la señora Elizabeth Chitty fue la esposadelalmirante Brown, Padre de la Patria en el Mar, quien, nacido en Foxford, Reino de Irlanda, consagró su vida al servicio de su patria de adopción desde que tenía poco más de 30 años de edad hasta haber superado los 60, en las cubiertas de aquellos barcos donde flameaba nuestra enseña patria. Sus cualidades personales y sus virtudes como profesional del mar no han tenido a nadie que se lo compare en nuestra historia naval.



A decir de Bartolomé Mitre: “Brown, en vida, de pie sobre la popa de su bajel, valía para nosotros una flota… Él, con su sólo genio, con su audacia, con su inteligencia guerrera, con su infatigable perseverancia, nos ha legado la más brillante historia naval de la América del Sud”.



Su esposa, Elizabeth Chitty, fue su sostén y su sosiego, convirtiéndose desde su arribo a nuestras tierras en un ejemplo de su época. Era unadelasanónimas y virtuosas mujeres que con sus maridos e hijos echaron las bases de la Nación Argentina.



Elizabeth nació el 7 de septiembre de 1787 en Deal Kent, Reino de Inglaterra. Procedía de una antigua familia inglesa de muy buena posición. Su padre y hermanos eran armadores y marinos,de ahí su vinculación con Brown.



Ella era protes¬tante e inglesa, él era irlandés y católico, nada fue una barrera,todo se superó y Guillermo contrajo matrimonio con la joven Elizabeth a la que le llevaba 10 años de edad,el 29 de julio de 1809, en la parroquia anglicana de San Jorge, en Londres. Y, estando en aquél país, en la casa de su madre,nacieron Elisa en 1810, la primogénita,y Guillermo en 1812, los que fueron bautizados siguiendo la decisión que habían tomado ambos esposos antes de contraer enlace, que establecía que las niñas serían bautizadas según el rito anglicano y los varones lo harían según los preceptos católicos.



Guillermo Brown, según cuenta su familia, era sumamente romántico y galante y le regaló a Elizabeth un hermoso anillo de compromiso que respondía a la moda de la época. Elizabeth usó el anillo hasta que falleció.



Ya en Buenos Aires, en el año 1813, el Almirante compró la Casa Kinta en el Bañado de Barracas al fraile dominico José Ramón Grela, conocida popularmente como “Casa Amarilla”, que fue la única casa que poseyeron y ocuparon en toda su vida, y adonde trajo entonces su familia.



Los dos disfrutaban de su vida privada, aunque debían trabajar más allá de las funciones que su marido cumplía en la Marina de Guerra, para poder afrontar sus compromisos.
Pronto nacerían sus otros hijos y además de atenderlos y cuidarlos como la gran madre que era, también los negocios en Buenos Aires eran conducidos por ella, tanto cuando su marido guerreaba por nuestra independencia y libertad, como también en muchos de los momentos que Brown desarrollaba sus tareas y su vida en tierra firme.



De carácter afable, a su casa llegaban políticos, marinos y gente del pueblo que buscaban el apoyo y consejo del Almirante, a quienes siempre recibió cordialmente, tratando de ayudarlos a resolver sus problemas, aun cuando Brown no estuviera presente, transmitiéndole posteriormente a su marido las penurias o requerimientos de quienes acudían a su quinta.



Ambos esposos solían pasear, ir al teatro y reunirse frecuentemente con amigos, que normalmente también los visitaban en su hogar. Fue a Elizabeth ya Guillermo a quien se le tomó el primer daguerrotipo en Argentina el 29 de julio de 1844, por el daguerrotipista John Elliot. En él aparecen el almirante Brown junto a Elizabeth, con sus brazos y manos entrelazados en unión amorosa frente a la cámara y mostrando su anillo de bodas, gesto que refuerza su compromiso matrimonial. Actitud totalmente desacostumbrada en una sociedad que marcaba la preponderancia masculina.
Elizabeth perdió tempranamente a sus hijos Ignacio Estanislaoen 1816, a Elisa trágicamente en 1827 y a Eduardo en1855. Su amado esposo, el Gran Almirante, falleció el 3 de marzo de 1857 y tan solo le quedaban Guillermo y Martina y sus respectivas familias. Si bien en Europa la esperaba su familia de origen, los Chitty, Elizabeth no se marchó y permaneció en Buenos Aires hasta el fin de sus días.


Tuvo que vender parte de las tierras dadas al Almirante Brown por sus extraordinarios servicios, para poder pagar el mausoleo que guarda los restos del prócer y de Elisa que se halla hoy en el cementerio de la Recoleta, y que antes descansaban en otro sepulcro.



Elizabeth falleció el 28 de julio de 1868 y fue enterrada aquí, en el solar de esta plaza 1º de Mayo, que desde el año 1833 funcionaba como Cementerio de los Disidentes, ya que existía la necesidad de darle sepultura a los creyentes de religiones no católicas (llamados disidentes), como protestantes o judíos, en algún lugar en particular, pues los cementerios eran solo para personas fallecidas en la fe católica.



Hace unas semanas atrás, la placa que evocaba su memoria, y que fuera colocada por la Liga Naval Argentina hace más de medio siglo, fue sustraída y vandalizado su soporte. Nada más indignante, infame y cruel para sus descendientes y para todos aquellos quienes conocen su vida e historia al lado del almirante Brown.
Hoy, gracias a la advertencia del Doctor Alfio Puglisi, miembro de Número Académico del Instituto Nacional Browniano, y al rápido accionar de las autoridades de la Junta Comunal 3 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Liga Naval Argentina puede volver a instalar una nueva placa que evoque su recuerdo, y que permita a todos aquellos ciudadanos argentinos y extranjeros que disfrutan de este magnífico lugar, conozcan su nombre y tal vez… y solo digo tal vez… la simple curiosidad los lleve a descubrir a quien, por todas sus virtudes, ha sido aceptada también como el símbolo de la“Esposa del Marino”.



Descansa en paz Elizabeth Chitty de Brown, jamás te olvidaremos.
Parafraseando al poeta norteamericano Henry Longfellow:
“Cuando una gran mujer muere, su luz iluminará el camino de las mujeres eternamente”.

















































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